«No puede ser». Las cámaras captaron con claridad la reacción del entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, nada más producirse la lesión de Hicham en ... Castalia. El extremo marroquí va camino de cumplir dos meses en el dique secto después de sufrir una importante rotura en la recta final del partido frente al Castellón y de momento la fecha de regreso es una incógnita. Ni el jugador ni los técnicos ni el cuerpo médico quieren que la precipitación conlleve una recaída.
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Como explicó este periódico al día siguiente del percance, el «no puede ser» de Pellicer se debió a que durante la semana tanto los componentes del equipo técnico como del cuerpo médico estuvieron muy encima del jugador para conocer sus sensaciones. Hicham venía de un largo periodo de baja por una lesión en los isquiotibiales de la pierna izquierda (la misma en la que sufrió la rotura), ya se ejercitaba con normalidad junto a sus compañeros y lógicamente existía cierta preocupación ante un nuevo contratiempo. El caso es que el joven futbolista marroquí, ansioso por regresar, tampoco fue excesivamente claro...
La conclusión es que, nada más entrar en el campo, el Málaga puso en práctica una jugada que se había preparado para la recta final en caso de disponer de ventaja en el marcador y de que el Castellón se volcara para buscar la igualada. Y así Cristian recuperó la pelota en el flanco derecho y, casi sin levantar la cabeza, buscó el cambio de orientación en busca de la irrupción de Hicham. Apenas iniciada la carrera, el marroquí notó la rotura, se detuvo en seco y levantó el brazo para advertir de la lesión.
La resonancia magnética a la que fue sometido confirmó el diagnóstico del jefe de los servicios médicos, Juan Carlos Pérez Frías, en el mismo terreno de juego: una importante rotura en el recto anterior del cuádriceps izquierdo. Desde entonces el Málaga ha disputado nueve partidos debido a que se han celebrado dos jornadas entresemana.
Siempre se ha afirmado que una rotura muscular implica un periodo de baja que va de las cuatro a seis semanas. Desde el primer momento las previsiones apuntaban al peor de los escenarios. Ya han pasado siete y de momento el futbolista se limita a hacer carrera continua. La pregunta es obvia: ¿qué pasa con Hicham? Probablemente en las próximas horas se conocerá si es el momento de que intensifique el trabajo o, por el contrario, si es mejor aguardar todavía un par de semanas. Para ello, el marroquí va a ser sometido a las pruebas pertinentes.
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Los precedentes (esas dos lesiones casi enlazadas) y las características del extremo, en particular su explosividad, obligan al equipo técnico y al cuerpo médico a extremar las precauciones para evitar otro percance. En un momento en el que parece que el malagueño Joaquín está a punto de entrar en el equipo, nadie quiere arriesgar (ni siquiera el propio futbolista) porque el marroquí puede ser muy útil cuando lleguen las sanciones o los periodos de baja por el desgaste físico. De momento Hicham lleva fuera nueve partidos y seguirá así varias semanas más. Como poco, noviembre también va a pasar de largo para él porque además deberá coger el ritmo necesario para competir...
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