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El Málaga regresó a los entrenamientos con el comienzo de la semana tras el brillante partido disputado en Los Cármenes, donde consiguió un justo empate ( ... y pudo ganar). Con la satisfacción de seguir invictos en el arranque del campeonato después de seis encuentros disputados, los hombres de Sergio Pellicer se ejercitaron en el césped de La Rosaleda con la novedad de Larrubia, que se está incorporando ya de forma progresiva al trabajo del grupo. Es previsible que pueda estar disponible el próximo partido o el siguiente.
Los blanquiazules regresaron al trabajo con la mente puesta ya en el partido del sábado en Martiricos contra el Elche, el sábado a las 21.00 horas. El objetivo del equipo está claro: mantener la buena racha y, sobre todo, ofrecer la excelente imagen de los partidos anteriores tanto en casa como a domicilio. El entrenador, que comenzó la preparación del compromiso del sábado, es previsible que siga dando continuidad al bloque de las últimas semanas, que sigue rindiendo al máximo nivel y sumando puntos.
La vuelta de Larrubia fue la única, pues el resto de lesionados siguen sus respectivos tratamientos individualizados: Baturina hizo un trabajo específico a las órdenes del readaptador físico, José Antonio Lizana. Por su parte, Haitam, Kevin y Moussa se ejercitaron en el gimnasio, donde continúan con sus procesos de recuperación.
Acudieron a esta primera cita de la semana hasta cinco canteranos: los porteros Andrés Céspedes y Luca (del juvenil), además de los habituales Antoñito Cordero, Aarón Ochoa e Izan Merino.
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