Kiko Olivas, en el centro tras Pavone en un jugada del Málaga-Cádiz en el que se logró la permanencia en Segunda en la temporada 2006-2007. En el círculo, posado como jugador del Málaga en 2006, cuando La Rosaleda aún estaba en su última gran reforma. SUR
Exmalaguista

Kiko Olivas, 15 años para volver a La Rosaleda

Reencuentro ·

El antequerano, defensa del Valladolid, no pisa el césped de Martiricos desde que debutó con el Málaga como juvenil en 2007

Viernes, 8 de abril 2022, 01:09

Una espera de 15 años para volver a pisar La Rosaleda. Es el tiempo que ha tenido que aguardar el antequerano Kiko Olivas, defensa del Valladolid, para regresar a su lugar de origen. «No se ha dado la coincidencia porque yo estaba en una categoría ... y el Málaga en otra. Nunca he tenido la opción de poder volver y ahora será la primera vez. Va a ser un día muy especial porque es bonito encontrarme con el equipo de mi tierra y donde empecé a jugar al fútbol de manera profesional. Voy a recordar esa etapa tan bonita que viví. Después de tanto tiempo es emotivo», explica visiblemente motivado en una conversación con SUR.

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Lleva pensando en esta cita desde que supo de ella. «Es una fecha que tengo marcada en el calendario. Mi mujer y mi hijo ya están en Málaga para ir con mi familia y amigos al estadio. Lo vivirán de una manera especial por cómo siento yo este regreso y cómo se lo transmito a ellos. Vendrán como mínimo cerca de 20 personas, espero que sean algunos más. Mis hijos verán por primera vez el sitio donde empecé a jugar. Será algo muy bonito», detalla con emoción. Como blanquiazul pasó cinco años de su vida en una etapa clave de su transformación de adolescente a adulto. Dio el salto al profesionalismo temprano.

Nunca olvidará su debut en el campo del Salamanca de la mano de Muñiz o su estreno en La Rosaleda frente al Tenerife. Fue entre finales de abril y principios de mayo. «Llegué al Málaga en edad cadete y estuve hasta mi último año de juvenil. Esa última temporada alterné el juvenil, el filial y el primer equipo en Segunda, con el que conseguí la permanencia. Jugué varios partidos en la última parte del año y fueron momentos importantes. Tenía sólo 18 años y sentí una gran responsabilidad. El equipo en ese momento estaba luchando por la salvación. Al final fue una etapa muy bonita», rememora con claridad, igual que cuando reconoce su pesadumbre por no haber alargado aquella época. Lo consuela la idea de poder volver para cerrar el círculo de su carrera.

«Tener la oportunidad de volver a jugar en el Málaga sería bonito; me hubiera gustado estar más tiempo en el club»

«Es una fecha marcada en el calendario para mí; entre familiares y amigos vendrán conmigo casi 20 personas al estadio»

«Cuando acaba la temporada 2006-2007 me voy al Villarreal porque en Málaga no se me dio la oportunidad en el primer equipo y sólo me propusieron estar en el filial, que ya estaba en Tercera. En Villarreal me ficharon para el segundo equipo, en Segunda B, que luego ascendimos a Segunda, y para jugar con el primer equipo, con el que pude debutar en Primera», relata. «Me hubiera gustado estar más tiempo en el Málaga y haberlo disfrutado mucho más; esa espinita la tengo. Pero lo que depare el fútbol nunca se sabe. El fútbol es muy caprichoso y nunca se sabe dónde puedes acabar jugando. Málaga es un sitio especial y siempre lo será», responde sobre la posibilidad de firmar por el Málaga. Es una opción que facilita su actual situación, ya que terminará contrato con el Valladolid el próximo junio.

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SUR

«Estoy a expensas de ver cómo acaba la temporada, esperemos que ascendiendo a Primera porque es nuestro objetivo. Sobre mi contrato aún está la cosa tranquila todavía. Tener la oportunidad de volver a jugar allí (por Málaga) sería bonito», pospone sobre su deseo de futuro. No esconde su ilusión por volver a estar cerca de casa después de una trayectoria que le ha llevado por el Villarreal, Córdoba, Sabadell, Girona y Valladolid. «Mis padres viven en Antequera y suelo bajar frecuentemente, también a Málaga porque tenemos muchos amigos y nos gusta ir, pero no he pisado el estadio en todo este tiempo», recalca.

En el Málaga le quedan pocas referencias de su tiempo como jugador blanquiazul, pero tendrá a quien abrazarse con melancolía y recordar batallitas. «Hace muchísimos años de mi etapa con el Málaga, pero aun sigue allí Juan Carlos Salcedo, el utilero. Sé que Miguel Zambrana se retiró hace poco y ahora está su hijo. A ellos les tengo un cariño especial porque me trataron muy bien, como a todos los jugadores que pasamos por ese vestuario. Luego coincidí con Josemi en el Villarreal; me ayudó en su momento para adaptarme allí», enumera.

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Un currante del fútbol

A pesar de lo extraordinario de su regreso a Málaga, Kiko Olivas no se despista de sus deberes. Su equipo necesita una victoria para sostener sus aspiraciones. «Al principio de temporada nos pusimos el objetivo de ascender y nos costó un poco empezar. Pero hemos cogido ritmo y estamos bien situados en esta parte final de la temporada. El objetivo es ganar todo lo que nos queda para aspirar al ascenso directo a Primera», centra el zaguero de 33 años, quien demuestra estar muy pendiente de la actualidad malaguista. «Al Málaga lo sigo desde siempre, y más este año. Este partido va a ser muy complicado para nosotros porque con la contratación de un nuevo entrenador el equipo querrá demostrar lo que valen y la afición va a ir al campo a animar. Va a ser un partido complejo para nosotros», valora el defensa, quien se ha convertido en una de las figuras más reconocidas del equipo pucelano.

Él mismo apunta que el club blanquivioleta ha supuesto el cénit de su carrera. «Han sido años muy buenos los que he vivido aquí en Valladolid. Un ascenso a Primera, tres años jugando al máximo nivel y haciéndolo bastante bien... Esta etapa en Valladolid está siendo muy buena y reconfortante a nivel personal porque es el lugar donde he podido demostrar mi nivel como futbolista. Es donde mejor rendimiento he conseguido. Luego he sido un currante de Segunda División, donde más tiempo he competido», narra con naturalidad mientras también recuerda que en Valladolid sufrió uno de los momentos desagradables: una lesión de larga duración que le frenó. «El año pasado fui complicado porque no pude jugar hasta los últimos partidos de la temporada por la lesión de rodilla y este año tenía muchas expectativas. La semana pasada volví a jugar y tuve muy buenas sensaciones. Espero poder jugar mañana», remata el antequerano.

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