El director general del Málaga, Kike Pérez, compareció por petición de los medios en la zona mixta de El Toralín ante un momento tan grave en lo deportivo, tras la derrota ante la Ponferradina (2-0) y cuando hace falta un milagro para la permanencia, a ocho puntos de distancia del decimoctavo y con nueve en juego.
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«La situación es la que es y hay que aceptarla, como todo en la vida. El momento ha sido inesperado, pero nos tendrá que hacer más fuerte para el futuro. Soy una persona optimista por naturaleza, no es que sea un osado, y creo que hemos llegado hasta aquí con la ayuda de todos, y es algo que tiene que quedar en el recuerdo. Nos tenemos que levantar. El club no se merece lo que ha pasado», manifestó el dirigente vitoriano.
«Hay que hacer autocrítica, pero he podido ver cosas muy buenas -añadió respecto a las cosas que se han podido hacer mal. Para volver al futbol profesional lo primero que se necesita es la afición, y esta es la mejor de España. Lo siento en lo más profundo de mi alma».
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En este sentio, Pérez, que lleva sólo unos meses, pero al que se vio sensiblemente emocionado, apeló al verano como raíz de los males. «Cuando un equipo de este nivel está en una situación tan complicada tenemos que ver cuál es el origen, y fue la pretemporada, cómo se diseño todo desde ella. Ese periodo que a los aficionados les puede parecer sin importancia, en el mundo profesional es básico para tener el nivel físico todo el año y cohesionar un grupo de jugadores que no se conocen».
Pérez, que dio el descenso por hecho, aunque no es matemático, apeló a que hay una planificación cara a Primera RFEF: «El plan B existía. Lo dije, otra cosa es que no lo habláramos». Y, sobre el mensaje que le lanza a la afición este fue que« vamos a volver más fuertes que nunca. No hemos estado a la altura, aunque hoy lo hemos intentado hacer lo mejor posible. Hay que quedarnos con las cosas positivas y pensar en que somos el Málaga».
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Uno de los capitanes malaguistas, Escassi, también habló tras la dura derrota. «Es un día muy duro. Sabíamos los resultados del Leganés y el Villarreal B y no ha podido ser. Veníamos haciendo muy buenos partidos atrás y estábamos convencidos de lograr los tres puntos aquí. Teníamos el partido controlado, pero ha sido una pérdida en banda y ha pillado a la defensa descolocada, y en el minuto ochenta y pico nos han pillado en un rechace a balón parado», dijo.
«Quiero pedir disculpas a la afición y el agradecimiento por el viaje que han hecho, dedicándonos tiempo y gastándose su dinero. Es una pasada cómo seguían animando a pesar del 2-0», añadió y tuvo pocos argumentos para explicar cómo se ha llegado a esta situación deportiva: «Tendremos que analizarlo cuando acabe la temporada. Hemos jugado con presión todo ella, pero todavía estamos a ocho puntos. Hasta que las matemáticas no digan lo contrario tenemos que dejarnos la vida por este escudo».
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