Secciones
Servicios
Destacamos
Es la apuesta más llamativa de José Alberto desde el comienzo de la temporada y también un aliciente de peso para que los aficionados se sienten a ver al Málaga o acudan in situ a La Rosaleda. El joven extremo izquierdo Kevin (es diestro y ... siempre juega a banda cambiada) se ha erigido en uno de los protagonistas del arranque de la Liga en Segunda División, pero precisamente por su desparpajo y sus envidiables recursos técnicos también comienza a estar en la diana de los equipos rivales, como se ha comprobado en momentos puntuales en los cuatro primeros compromisos.
A sus 20 años (cumplidos el 26 de febrero), Kevin ha dado un salto espectacular en su progresión, lo que le ha garantizado la titularidad en todos los encuentros. Ya 'traía de serie' un sinfín de argumentos para deslumbrar a los aficionados, pero, al contrario de otros casos parecidos en la historia del Málaga –el más cercano, probablemente, Ontiveros–, el extremo no se conforma con los regates, las fintas, los amagos, los autopases con el tacón o las diagonales para golpear a puerta. Su rendimiento en el plano defensivo (es decir, su implicación en la presión) también ha convencido a José Alberto, de ahí que el aficionado aplaudiera frente al Alcorcón su trabajo en la recuperación de la pelota tanto o más que sus vistosas acciones de juego.
Pero Kevin no va a tener un camino fácil, como bien le han recordado sus distintos entrenadores en la base y ahora le recalcan en el cuerpo técnico malaguista. Debe estar preparado para el juego duro de rivales más baqueteados y, cómo no, para la picardía de estos a la hora de provocarlo con el fin de sacarlo del partido. Así sucedió en Almería con el lateral derecho local, Buñuel, que sólo tiene 23 años pero ya ha competido en el plano profesional con Osasuna, el Racing y el conjunto rojiblanco.
Kevin, que vio la amarilla precisamente por una acción defensiva (cortar un peligroso contragolpe del adversario), estuvo a punto de caer en la trampa. No sólo Buñuel trató de provocarlo con el fin de que el malagueño fuera expulsado, sino que fue castigado con un par de entradas duras que no tenían más objetivo que sacarlo del partido, desquiciarlo o, incluso, provocar una reacción a destiempo del trinitario. Un pelotazo al cuerpo de Buñuel (en acción de juego) disparó las alarmas en el banquillo y originó que salieran a calentar Sekou, Jairo y Roberto con la clara intención de que uno de ellos lo sustituyera al descanso para evitar la expulsión. Y así fue, aunque no pudo ser Sekou, como estaba previsto (por molestias físicas), y el elegido fue Jairo.
En sólo cuatro jornadas Kevin ya es un realidad como profesional y ahora debe estar tan centrado en mejorar la eficacia en sus acciones (otra insistencia de los técnicos) como acostumbrarse a que está en la diana de los rivales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.