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«En cuanto Juanra lo vea, se queda con él». Cuando Rafa Gil, máximo responsable de La Academia, cerró el fichaje de Keidi procedente del Atlético de Madrid B no tardó en tener claro que el centrocampista albanés iba a estar en el primer equipo ... . También, incluso, el entonces entrenador del Atlético Malagueño, Julio César Dely Valdés. Y así fue desde el primer día, sólo que la consolidación ha llegado ahora, en un momento tan crucial que hasta ha alterado el guion del Málaga. En este mercado invernal el objetivo era un medio de contención para suplir la baja de N'Diaye en junio por la Copa de África y al final se ha dado un giro para incorporar a Erik Morán, que no es estrictamente un '6'.
Cuentan en La Rosaleda que cuando a Gil le llegó la onda de que el Atlético iba a dejar libre a Keidi no tardó en plantarse en el despacho del director deportivo, José Luis Pérez Caminero. El comentario del toloxeño fue toda una sorpresa para él. Ambos se pusieron manos a la obra: el responsable de la cantera, para confirmar lo que le había llegado, y el exfutbolista internacional, para investigar sin levantar la liebre qué opciones reales existían. La sanción que pesaba sobre el albanés fue una de las razones de su salida de la entidad 'colchonera'. Entre la insistencia de Gil y la presencia de Caminero todo resultó muy sencillo.
El coordinador deportivo de La Academia no se equivocó. 'Juanra' (es decir, Muñiz) se quedó con Keidi. Comenzó a ser uno más en la plantilla y su nivel también contribuyó, junto a las restricciones por el tope salarial, a prescindir de Iturra. No sólo existía más confianza en Lacen como alternativa a N'Diaye, sino que el albanés pasaba a ser otra opción clara. Sólo faltaba pulirlo en el día a día y que tuviera una plena adaptación a sus compañeros. «Este chico ha entrado con muchas ganas y mucha fuerza. Eso genera competencia. Es un futbolista que estuvo dos días con nosotros y es muy posible que esté casi todos. Luego, si no juega con el primer equipo, es interesante que juegue con el filial, que no esté parado», explicó el entrenador malaguista. También en cierto modo se esperaba que cogiera más ritmo de competición dado que aún arrastraba varios partidos de sanción de los nueve con los que fue castigado por insultar gravemente a un árbitro.
Keidi comenzó también a mejorar el nivel de Boulahroud, aunque Muñiz eligió a este para acompañar a Lacen como pareja en Gijón ante las bajas por sanción de N'Diaye y Adrián. Internamente se cree que el entrenador malaguista optó por aquella opción debido a que meter a un jugador novel junto a Lacen era un experimento arriesgado. Aquella tarde el internacional sub-21 el albanés salió en el último instante cuando los calambres dejaron seco a Boulahroud.
Pero la hora de Keidi estaba por llegar y Muñiz tiró de él en Zaragoza. Después de dos malos partidos en Oviedo y en casa frente al Reus decidió cambiar el sistema (pasó a un 4-1-4-1) e hizo titulares al albanés e incluso al todavía juvenil Hugo. La respuesta del centrocampista fue excelente. «Es un poco como Toribio. Tiene buen ritmo, buena intensidad, buen manejo de balón. Es parecido», había apuntado el técnico de él meses atrás. No obstante, sí conviene incidir en que en La Romareda no jugó como medio centro (fue Lacen), sino ligeramente por delante junto a N'Diaye.
La consolidación del albanés, que ya en Tenerife jugó por delante de la defensa (la semana antes, contra el Lugo, formó pareja en el medio centro junto a N'Diaye), explica por qué el club ha alterado su guion y finalmente se ha inclinado por otro tipo de centrocampista, Erik Morán, que destaca más por el toque. Keidi ha derribado la puerta del primer equipo. Yademás ha llegado para quedarse.
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