Visto para sentencia el juicio entre el Málaga y Jony

Según puso conocer SUR, la propuesta de la parte demandada apenas alcanzó el 1% de lo reclamado por la entidad malaguista, que asciende a 12 millones de euros, cifra que corresponde a la cláusula de rescisión que tenía el jugador en el Málaga. Es decir, los demandados ofrecen menos de 100.000 euros para dar carpetazo al asunto.

Aunque el club blanquiazul estaba abierto a negociar una cifra menor a los 12 millones de partida que figuran en su demanda para evitar el juicio, la cantidad planteada es considerada como «irrisoria» en las oficinas de La Rosaleda, desde donde se sostiene que la salida de Jony se produjo de forma irregular.

La defensa del Málaga argumenta que el futbolista firmó un contrato con la Lazio cuando aún estaba vigente su vínculo con la entidad malaguista y aún se estaba negociando el acuerdo de cesión al conjunto italiano. De hecho, según pudo conocer SUR, el club ha centrado su estrategia en torno un contrato de cesión que se redactó y fue intercambiado entre los equipos sin llegar a firmarse.

La parte demandada se justifica alegando una cláusula liberatoria en el contrato de Jony con el Málaga -obligaba al club a ceder al jugador a un equipo de Primera División mientras estuviera en Segunda- y, sobre todo, ante la supuesta negación del conjunto malagueño para negociar.

Con este relato, la Lazio logró en su momento el tránsfer provisional de Jony ante la FIFA y pudo inscribirlo en la Liga italiana, la Serie A. Como su contrato con el Málaga terminaba en junio de 2020, tanto el jugador como el club de Roma siguieron adelante con su acuerdo de forma unilateral entendiendo como improbables posibles consecuencias.

Dos años y medio después del desencuentro, la demanda del Málaga ha desembocado en una cita judicial que ha traído de vuelta a la ciudad al jugador, Jony Rodríguez, quien estuvo acompañado por varios asesores y su representante Pelayo García. La Lazio también estuvo representada con un ejecutivo del equipo y un despacho de abogados español.

El Málaga, por su parte, ha preparado esta parte final del proceso junto con los abogados Fernando Grindlay e Iván Martín de forma externa (habituales en los casos relativos con el derecho laboral del club), y también el responsable del departamento jurídico del club, Alberto Díaz.

Esta vez, al contrario que en los casos recientes de Cecchini o Luis Hernández, el Málaga protagoniza la parte demandante y aspira a recibir una recompensa por la salida de Jony, aunque las expectativas son inciertas con la sentencia. Igualmente supone un avance para acabar con el listado de asuntos extradeportivos pendientes. Aunque las partes podrán recurrir la resolución, no es espera que el caso tenga mayor recorrido.

Y Jony podrá volver a centrarse en su carrera deportiva, que se encuentra detenida en Roma. Tras una grave lesión en el Osasuna, donde estuvo cecido la temporada pasada, la Lazio no le inscribió en competición, por lo que no tiene ni dorsal para este curso. Ahora, con dos años y medio de contrato por delante, el club italiano le busca una salida a un club que asuma su salario, algo que complica sus opciones.

En Asturias le ven de vuelta en el Sporting de Gijón, su club de formación, aunque su ficha se presenta inasumible para las arcas del club rojiblanco. Está por ver si mantiene su cartel en Primera, donde ha jugado los últimos años cedido por el Málaga primero (en el Alavés) y por la Lazio después (Osasuna). De momento, este curso está siendo en blanco para él.