Jozabed vuelve a sentirse futbolista... gracias al sistema

No ha sido un trayecto fácil para Jozabed, que después de una llamativa irrupción había pasado a tener un protagonismo casi intrascendente en sus últimos equipos (sobre todo en el Girona). Por eso necesitaba recuperar la forma –es decir, el ritmo de competición–, pero, sobre todo, 'limpiar su cabeza'. Ambas situaciones parecían ir de la mano en la primera vuelta, cuando se le veía cierta lentitud en sus movimientos y además tal era su interés por progresar que su cara delataba la frustración en cuanto las cosas no salían bien en los encuentros.

Pellicer sabía que Jozabed iba a ser vital para el equipo y por esa razón siempre ha mantenido una enorme confianza con él. Las conversaciones entre ambos han sido continuas durante toda la temporada y no es un secreto que en el cuerpo técnico comenzaron a preocuparse en un momento dado porque no se le encontraba la mejor ubicación al medio punta.

Porque Jozabed es un futbolista de características muy peculiares. No es un '6' (un medio de posición o, como siempre se ha dicho, de contención) y también le ha costado tradicionalmente desenvolverse como un '8' (un organizador). Pero incluso tampoco es un '10' un claro, un segundo punta. Pellicer lo probó en distintas demarcaciones e incluso lo situó puntualmente en la banda, como falso extremo, en un intento de que con la llegada desde la segunda línea a la zona de remate pudiera ofrecer ese factor sorpresa que tanto necesitaba el equipo.

Evidentemente en momentos puntuales Jozabed no se sentía contento porque no se veía útil. Ni siquiera su rendimiento mejoró cuando Pellicer se inclinó por utilizar el mismo sistema que en la actualidad. ¿Y cómo es que antes no funcionaba y ahora sí? La razón hay que buscarla probablemente en las características del compañero en la posición de interior. Porque hasta que el trío Escassi-Luis Muñoz-Jozabed ha pasado a controlar los partidos (más allá de los resultados) el futbolista de Mairena del Alcor sí jugó en ese cuarteto por detrás del delantero centro. Lo hizo tanto con Ramón como con Cristian, pero sin la eficacia deseada.

Junto a Luis Muñoz en esa posición más adelantada se ve continuamente al equipo con una presión más arriba. Gracias a ello, se roba la pelota con más facilidad y, por lo tanto, Jozabed participa más. Este ya ofreció destellos en los primeros encuentros con este planteamiento, pero con el paso de las jornadas también ha crecido la confianza. Y como consecuencia tiene más presencia en el juego, incluso cuando el Málaga ha debido estar más replegado (en un bloque medio o un bloque bajo en la presión). Le falta, y lo sabe el propio futbolista, aportar más cara a la portería. Pero, por encima de todo, vuelve a sentirse futbolista. Y ese era el gran objetivo para comenzar a ser un pilar.