José Alberto y su reto en el Málaga: mirar sólo hacia arriba

El relevo en el banquillo no fue excesivamente traumático. El ex lateral derecho malaguista decidió rechazar la continuidad y Manolo no tardó en encontrar recambio. En cierto modo resulta llamativo el detalle de que Pellicer haya preferido quedarse en el paro para 'recargar pilas' en la misma línea del artífice de los éxitos del Granada, Diego Martínez, porque ahora el Málaga pretende con José Alberto algo parecido a lo que le sucedió a Martínez tras su paso por el Sevilla Atlético y Osasuna. El cuadro navarro no consiguió el objetivo, pero el vigués dio un paso más (y de enorme relevancia) en su carrera. Eso es lo que ansían ahora en las oficinas de La Rosaleda con su nuevo técnico después de que este completara una casi sobresaliente labor en el Mirandés.

Forjado en la cantera del Sporting, José Alberto tiene como referente a Marcelino. Quiere decir esto que no existen dudas sobre la base de su sistema: cuatro defensas. A partir de ahí, como se pudo comprobar la pasada temporada, se decanta por un 4-4-2, un 4-2-3-1 o un 4-1-4-1. Escassi, pieza indispensable tácticamente en la notable mejoría del equipo en el ejercicio anterior, será la prolongación del entrenador en el campo, como sucedió en el Mirandés con Meseguer. Ahora bien, ¿quién ejercerá en el Málaga el papel que tuvo Javi Muñoz en la medular del cuadro burgalés? A la espera de la recuperación de Ramón, da la sensación de que ese rol recaerá en Jozabed. Es en el centro del campo donde se han producido menos cambios, con la única llegada de un meritorio, Ismael Gutiérrez.

Que el Málaga pueda optar de verdad a inscrutarse en la zona alta y a soñar con los 'play-off' de ascenso dependerá de que el equipo mejore notablemente en defensa y disponga de más opciones en ataque. Atrás sólo se ha producido una novedad en el eje de la zaga (el experimentado Peybernes), de modo que el equipo parte con tres efectivos (junto a Lombán y Juande), más las opciones de Luis Muñoz, Ismael Casas o el propio Escassi. En cambio, arriba la única incorporación de Brandon (que además se desenvuelve mejor como extremo izquierdo) no basta ante la recuperación de Chavarría y la falta de más piezas. Por eso, se antoja básico que Manolo acierte –con los medios que tiene– en los dos atacantes que busca en el mercado.

Intensidad. Esa era la premisa básica para Pellicer y también lo es para José Alberto. Es obvio si el modelo para este es Marcelino... El Mirandés fue la pasada temporada un rival muy incómodo, con una presión alta para recuperar rápidamente la pelota y, de paso, conseguir un doble objetivo: merodear mucho más el área y reducir notablemente el trabajo a la línea defensiva. Gracias a ello, los laterales se sumaban con frecuencia al ataque y los extremos participaban mucho en el juego. El entrenador asturiano desea que el Málaga también brille por su solidaridad y su movilidad, aspecto este último para tener una fluida circulación de la pelota cuando toque atacar en estático. Eso sí, combinar sin abusar y, si es posible, con transiciones cortas.

Tampoco puede quedar en el tintero que la apuesta por José Alberto guarda relación con la necesidad de que se mantenga la confianza en los jóvenes de la cantera. A la espera de la 'resurrección' de Hicham, es la temporada para la consolidación definitiva de Ismael Casas y Ramón, pero también para el paso al frente de algunos que ya asomaron –especialmente Benítez (si finalmente no sale cedido), Quintana y Larrubia– y de la nueva camada, con Bilal, Moussa, Andrés, Haitam, Kevin, Roberto o Loren. Ellos deben ser el complemento perfecto y también los artífices de que el listón no baje. Aunque de este último aspecto ya se encargará José Alberto. Su exigencia será vital para que el Málaga no se perpetúe en Segunda.