José Alberto, una excepción en Segunda

¿Por qué tan pocos movimientos en esta ocasión? Puede atribuirse la circunstancia al poco margen de maniobra con el que se conducen muchos clubes por el tope salarial, al priorizar fichajes para la plantilla, o también a un estado general de satisfacción con los resultados alcanzados el curso anterior, en función de las expectativas deportivas existentes en cada ejemplo.

El caso es que la nómina de entrenadores que siguen, algunos después de llegar la pasada campaña con la competición iniciada, es larga: Rubi, pese a no lograr el ascenso con el Almería; Anquela, toda una institución en el Alcorcón, ciudad en la que ya tiene un campo de fútbol a su nombre; Íñigo Vélez, tras subir al humilde Amorebieta; Luis Carrión, que salvó al Cartagena; Juan Carlos Carcedo, que ha llevado a Segunda al Ibiza; Pepe Mel, pese a otra campaña anodina en lo deportivo en Las Palmas; Asier Garitano, aunque su Leganés no tuvo éxito en los 'play-off'; Rubén Albés en el Lugo, con otra permanencia in extremis; Ziganda, en el Oviedo, que seguirá soñando con el ascenso; Bolo, en la sorprendente Ponferradina, y que como afronta su carta temporada en el cuadro leonés es ahora el entrenador que más tiempo lleva en un mismo equipo; Xabi Alonso, técnico de moda tras subir a la Real Sociedad B; David Gallego, que ha tenido ofertas para dejar el Sporting; Ramis, en el Tenerife, y Juan Ignacio Martínez (JIM), en el Zaragoza, que mejoró mucho con su llegada.

En cambio, José Luis Oltra, en el Fuenlabrada, y Julián Calero (padre del lateral malaguista), en el recién ascendido Burgos, no han sido aún confirmados oficialmente. El director deportivo del club madrileño, Miguel Melgar, declaró esta semana que Oltra seguirá y que está participando en la planificación, pero hay dudas. En el caso del Burgos, la difícil situación institucional ha impedido aún ese aval al técnico, pero se da por hecho en principio.

Así, serán escasos los cambios. Amén de los citados de José Alberto y de Lolo Escobar, hay que citar los casos de un Eibar que, en su regreso a Segunda y tras el fin del ciclo con Mendilibar, apuesta por Gaizka Garitano, y el del Valladolid, otro descendido, que recurre a Pacheta, que estuvo a punto de salvar al Huesca hace semanas.

Precisamente este club y el Girona, que no pudo anoche consumar el ascenso a Primera, son los últimos pendientes para mover ficha. No parece una casualidad que el Huesca lleve más de veinte días sin anunciar su entrenador tras consumarse su descenso. Todo apunta a que el elegido podría ser Andoni Iraola, pero con el ascenso del Rayo Vallecano este domingo podría frutrarse este interés. También suena Joseba Etxeberria. Finalmente, el Girona también tendrá que mover ficha. Francisco acaba contrato y deberá pronunciarse sobre su continuidad tras no lograr el ascenso.