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«Dreams come true» («los sueños se hacen realidad») escribió desde su perfil de Twitter Joaquín Muñoz Benavides (Málaga, 1999). El segundo 'Joaquín' malaguista, tras el bético y portuense, también es extremo y talentoso, y pese a su juventud añoraba que llegara ese momento su camino y el de la entidad de Martiricos se cruzaran en un punto. Sucedió cerca de la medianoche del lunes. Su fichaje fue el último anunciado en su panel por LaLiga, al límite de un infarto, al borde del fracaso.
Pero la historia tuvo final feliz. El chico formado de benjamín en La Unidad, y de infantil, alevín y cadete en el Puerto Malagueño, nunca había jugado en el Málaga. Ahora lo hará como cedido hasta junio, y sin opción de compra a ejercer ante el Huesca, con el que tiene contrato hasta 2023. «No saben lo feliz que me siento de representar a la ciudad que me vio crecer y a mi barrio de Miraflores. Os agradezco todas las muestras de cariño. Málaga nunca se rinde. Os quiero mucho«, afirmó también en su cuenta personal en la red social del pajarito.
En el verano de 1995, con 15 años, Joaquín se marchó junto a su hermano, cinco años mayor, a la cantera del Atlético de Madrid. Ingresó en el Juvenil B, y los dos años siguientes jugó en el A, destacando especialmente en el segundo, cuando ganó el triplete: Liga, Copa del Rey y Copa de Campeones, y participó en la Youth League. Era una de las estrellas de equipo y le convocó la selección española sub-17.
Joaquín tuvo el privilegio de debutar en Segunda B con el filial del Atlético (207-18) junto a su hermano Rafa. Fue contra el Coruxo, y en la campaña 2018-19 se estrenó en la élite, aunque fuese un visto y no visto, en el 0-3 en El Alcoraz. Suplió a Lemar y jugó un minuto, pero ya había sido convocado por Simeone en una decena de partidos.
Al término de la 2018-19 fue traspasado a Huesca (recién descendido a Segunda) por cuatro años guardándose el Atlético una opción de recompra. Pero en el cuadro oscense, precisamente ante el que debutó en Primera, sólo jugó un minuto en la Liga (y dos partidos en la Copa, con una asistencia de gol), caprichos del destino, ante el Málaga. Por eso fue cedido en enero al Mirandés, donde jugó con asiduidad y, curiosamente, su estreno fue en La Rosaleda, en la primera vez que jugaba en ese césped (2-2).en total, 15 partidos, un gol, na asistencia y 739 minutos. Además, antes de su cesión al Málaga, Joaquín actuó en tres encuentros en Primera este curso, pero sin ser titular.
Con 1,72 metros, es diestro, pero maneja tan bien la zurda que ese le puede considerar casi ambidextro. Se suele situar como extremo derecho, pero puede actuar por cualquiera de los dos perfiles del campo y hasta lo ha hecho por dentro en su carrera. Su llegada refuerza una de las demarcaciones menos cubierta por profesionales, con Jairo y Rahmani solamente, más el recurso a canteranos como Hicham, ahora lesionado, Larrubia, Juan Cruz o Issa Fomba.
A día de hoy Joaquín vuelve a Málaga (su hermano Rafa, que pasó por el Marbella tras salir del Atlético, estaba la pasada campaña en el Gubbio, de la Serie C italiana), y su familia es feliz. Un 'boquerón' más que se suma a los Escassi y Luis Muñoz, además de los canteranos locales, y que casi se queda planchado en Huesca de haberse retrasado algunos minutos la llegad del fax a LaLiga.
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