Joaquín avala a su sucesor en el Málaga: «Paulino llega al sitio perfecto para dar el 'bombazo'»

Por un lado, Joaquín y Paulino coincidieron en la cantera del Atlético de Madrid, donde el primero, al ser menor, formaba parte del Juvenil B. Aunque frecuentemente entrenaba con el Juvenil A, donde se encontraba Paulino y estaba también Rafa Muñoz, hermano de Joaquín y quien mantiene una relación más estrecha aún con Paulino por esa etapa en el club colchonero. Y por otro lado, cosas del fútbol, ahora Paulino va a ser el sucesor de Joaquín en la banda derecha del Málaga, ya que el malagueño acaba su cesión en el conjunto blanquiazul y se vuelve a su equipo de origen, el Huesca.

Aunque Joaquín y Paulino son perfiles diferentes -uno diestro y otro zurdo, por ejemplo-, ambos tienen el mismo trabajo y manejar un medio similar en el campo: ofrecer verticalidad e imaginación en la zona de ataque. Joaquín no duda de que Paulino hará las delicias de la afición malaguista: «Como futbolista es un jugador muy potente de piernas. Juega a pierna cambiada y tiene una zurda de oro. Es un futbolista de los que gusta verle jugar porque se atreve y se arriesga con los regates, y no para de intentarlo en todo el partido. A mi, personalmente, me encantan este estilo de extremos», reflexiona Joaquín a través de una conversación telefónica con SUR.

Además de valorar el fútbol de Paulino, Joaquín destaca el lado personal del ex del Logroñés: «Paulino es un tío muy interesante. Es un chico bueno y humilde. Le conozco poco, pero mi hermano sí tiene una mayor relación con él porque coincidieron en el mismo equipo. Yo entrené varias veces con ellos. Cuando jugamos en La Rosaleda, que Paulino iba con el Logroñés, nos intercambiamos las camisetas. Yo creo que va a encajar muy bien en el vestuario del Málaga. Hace falta que al Málaga lleguen jugadores a seguir haciendo grupo y que se adapten bien», opina el extremo malagueño, quien se muestra encantado con que Paulino coja su testigo en el equipo blanquiazul.

«Ojalá que le vaya muy bien en el Málaga. Es muy buena persona y seguro que va a encajar tanto en el equipo como con la afición. Es un sitio perfecto para que pegue el 'bombazo'», reitera Joaquín, quien este lunes comienza la pretemporada con el Huesca, donde espera jugar esta temporada tras dos cesiones en las últimas temporadas. «Ellos en su día me propusieron un contrato de 4 años y yo lo vi muy bien, pero en este tiempo he tenido que cambiar varias veces de equipo como cedido. Es un poco rollo aunque también me gusta conocer gente nueva y sitios diferentes, no me quejo. Pero sí me gustaría encontrar estabilidad en Huesca», confiesa.

Unas declaraciones que casi sirven para descartar su regreso al Málaga por el momento, aunque cómo él mismo señala, todo puede pasar: «Sinceramente, creo que me quedaré en el Huesca ya que está en Segunda también, así que lo de volver a Málaga ahora mismo no lo pienso. Pero en el mundo del fútbol se producen muchos cambios de la noche a la mañana y cualquiera sabe. Pero, en principio, sólo puedo decir que estoy en Huesca para ganarme el puesto», zanja con claridad el malagueño, quien no esconde tampoco la tristeza que le genera cerrar ya su etapa en el Málaga, donde dice haberse sentido muy cómodo.

«Tuve una comida con Luis Muñoz, Escassi y Chavarría para despedirme. Es lo que toca, hay que hacer la maleta y volverme a Huesca. Me voy un poco triste porque al final me vuelvo a ir de casa, de un equipo en el que he cuadrado perfectamente y de donde he sacado ya amigos para toda la vida. Pero también estoy muy ilusionado a la vez por volver a Huesca», concluye Joaquín. El extremo piensa en ganarse desde ya la confianza de nuevo técnico en el conjunto oscense, el mexicano Nacho Ambriz. En el club altoaragonés la competencia será mayor que en el Málaga y el objetivo, una vez que la temporada pasada no pudieron mantener la permanencia en Primera, es volver a intentar el ascenso a la máxima categoría.