Izan Merino, la tercera joya de La Academia que comienza a brillar

Su excelsa participación en el partido va más allá de las sensaciones positivas, pues logró trasladar su buen rendimiento a lo estadístico: tuvo un 85% de acierto en los pases (un porcentaje nada desdeñable teniendo en cuenta su zona de influencia, el centro del campo, en la que se deben asumir riesgos y un mal pase puede resultar condenatorio), tres duelos en el suelo ganados de tres disputados, además de la mencionada ocasión de gol que necesitó de la brillante parada del portero del Deportivo para impedir el 0-1 del Málaga.

Merino entró por Manu Molina, quien hasta ahora había disputado 673 minutos de 720 posibles, para ocupar el puesto de pivote, una 'profesión de alto riesgo' en el mundo del fútbol. La posición de mediocentro requiere de un estilo de juego más cerebral que otras demarcaciones, y un error puede resultar en el tanto del contrario. Es por eso que Pellicer ha optado por dosificar la participación del canterano. Su única titularidad en el primer equipo fue en un partido de Copa del Rey frente al Eldense el pasado curso, en el que disputó 78 minutos. Después, tan sólo ha contado con minutos de calidad en este último partido (45 minutos), con 55 minutos en total disputados en Segunda División, divididos en tres partidos.

Manu Molina ocupa un alto puesto en la jerarquía del Málaga, es un futbolista con más de 100 partidos en la categoría de plata y acostumbra a mostrar un sólido rendimiento, por lo que despojar del once al onubense no se prevé como una opción real en el futuro inmediato. Además, por sus características, Merino está llamado a ser el mediocentro 'al uso', con una salida de balón más pulcra que la de futbolistas como Luismi Sánchez, para acompañar a Molina en lugar de reemplazarlo. Un futbolista de corte posicional como Merino puede liberar a Molina de tareas defensivas para poder actuar más en el último tercio del campo. No obstante, todavía queda mucho por conocer con respecto a todas las cualidades que puede ofrecer Merino y la posición que pueda ocupar en el esquema.

Desde la dirección deportiva del Málaga son conscientes de la proyección del malagueño de 18 años. Loren Juarros reconoció el interés del Real Madrid en hacerse con sus servicios «hasta el último día» antes de lograr plasmar su renovación hasta 2027, considerada una de las extensiones prioritarias por parte del área técnica. Si bien el interés de los clubes más importantes del planeta puede ser tentador, Merino es la clara demostración de la apuesta por la cantera desde la entidad blanquiazul.

Antoñito Cordero y Aarón Ochoa ya gozan de un considerable protagonismo en el primer plantel malaguista, con Cordero erigido en el timonel del equipo en ataque con tan sólo 17 años. Ochoa contó con algunos minutos en los primeros dos encuentros de Segunda División, tuvo que ausentarse para asistir a la convocatoria con Irlanda sub-19 para reaparecer en Córdoba con una sólida actuación desde el banquillo, y desde entonces ha sido titular en todos los partidos, a pesar de las rotaciones de Pellicer.

Tras su gran partido en Riazor y las más que probables bajas de Cordero y Ochoa para el derbi andaluz en Cádiz, que pueden provocar cambios en el esquema, Merino parece encaminado hacia el mismo destino que sus dos compañeros de La Academia, que ya se han convertido en piezas fundamentales en los planes del Málaga.