Izan Merino, un canterano del Málaga con vocación de entrenador

Soplará las velas el próximo 15 de abril con el deseo de darle continuidad a su proyección, disparada el verano pasado con el fuerte interés del Real Madrid para incorporarlo a su cantera y por disputar la Eurocopa y el Mundial con la selección española sub-17. Lo que no tanta gente sabe es que Izan Merino tiene otro anhelo además de conseguir labrarse una gran carrera como jugador, y es que también ambiciona con poder ser un exitoso entrenador de fútbol en el futuro.

Ha descubierto desde temprano que el área técnico es otra de sus pasiones y hace varios años que intenta compaginarlo con su carrera como futbolista en ciernes. En un reportaje especial, SUR revela esta faceta del canterano del Málaga, que tiene una clarísima vocación de técnico. Y su campo de pruebas es el del Club Deportivo La Unidad, un equipo de fútbol base de la capital malagueña, situado concretamente en el barrio de Nueva Málaga, en el distrito Bailén-Miraflores donde se crió.

«Siempre me ha gustado este tema de entrenar a niños pequeños, de enseñarlos. Me lo paso muy bien y vengo cada vez que puedo para echar una mano. Llevo ya tres o cuatro años con este grupo de niños que ahora ya son alevines aquí en La Unidad (entre ellos un hermano pequeño que también apunta maneras). Su entrenador me dijo si quería ayudar desde mi experiencia de jugador y yo estoy encantado», introduce Izan Merino, que sorprende por su madurez a la hora de expresarse. Quiere ser claro y contundente, igual que cuando se emplea en el terreno de juego o cuando dirige a sus niños en el entrenamiento, como pudo presenciar este medio.

El entrenador principal, José Antonio Bermúdez, tiene plena confianza en él y le deja libertad para que trabaje. «Izan es uno más del cuerpo técnico y lleva conmigo ya tres años entrenando. Él desarrolla ejercicios, coge ideas de los que realiza con el primer equipo y los adapta para que los puedan hacer también los niños. Entrenar es algo que le encanta y se le nota mucho», comenta Bermúdez ante la cámara con la tranquilidad de que ha dejado el grupo al otro lado del campo en manos de Izan, que no puede estar con el equipo todo lo que le gustaría.

Al final su tarea principal es la de crecer como futbolista y dar el máximo rendimiento en el Málaga, así que se pierde entrenamientos y partidos por incompatibilidad. Luego, también tiene que medirse mucho en los encuentros en los que asiste de entrenador ayudante porque en el caso de ser expulsado tampoco estaría disponible para el conjunto malaguista, ya sea el primer equipo o el filial, el Atlético Malagueño, donde está empezando a tener más minutos en este tramo de la temporada por el 'overbooking' en el centro del campo.

«En los partidos a los que puedo venir no puedo tener ficha como entrenador, sólo puedo entrar como delegado. Y claro, no puedo protestar al árbitro tampoco», explica Izan Merino, que asume la responsabilidad. «Me encanta esto y ojalá cuando sea más mayor pueda ser entrenador. El fútbol es mi pasión y al final tengo muchos conocimientos desde que empecé a jugar de pequeño, desde los tres años», comenta Izan y más tarde lo corrobora el técnico José Antonio Bermúdez.

«A pesar de su corta edad tiene ya mucho aprendido tanto con el Málaga como con la Selección. Él sabe cómo planificar los partidos y llevar a cabo los entrenamientos. Yo le veo un futuro en los entrenamientos y cercano si él quiere y puede», expresa Bermúdez, quien hace encaje de bolillos para poder contar con Izan a su lado: «Los lunes por la mañana le llamo para que me pase su plan de la semana y yo hablo con los coordinadores para intentar cuadrar los partidos para que pueda venir».

«Hace dos años conseguimos un ascenso con este grupo y hemos ido a muchos torneos, lo pasamos muy bien», resume Bermúdez, que da pie a algunas anécdotas durante los partidos después de que ya se ha corrido la voz sobre la historia de Izan Merino. «Hace dos semanas, en un partido contra el Cortijillo Bazán, los entrenadores del rival me pidieron ir a su vestuario porque los jugadores querían echarse una foto conmigo. Eso a mí me enorgullece y es muy bonito. Me lo paso muy bien aquí y también aprendo mucho», cuenta Izan Merino, que también intenta contentar a los suyos.

«Me preguntan cómo son mis compañeros, cosas de Kevin y de Roberto, que son los más conocidos entre los pequeños. Les encanta conocer cosas del equipo», afirma Izan Merino, que da pie a seguir hablando sobre el Málaga y su temporada. «Somos un buen grupo, nos llevamos todos bien y eso se refleja en el campo. Paso a paso llegaremos a la meta que queremos todos, pero partido a partido. Yo estoy contento de estar en dinámica del primer equipo porque al final es el sueño que tengo desde chico, pero siempre se puede dar más y trabajo todo lo posible para crecer», manifiesta ávido.

Y despeja como si fuera un balón botando en la frontal de su propia área sobre el tema de su renovación con el Málaga. Tiene contrato hasta 2025, pero el club blanquiazul quiere ampliar su vinculación después del fuerte interés del Madrid el año pasado y porque tiene muchas esperanzas puestas en él. «Ese es un tema del que se habla y me preguntan, pero lo lleva mi representante y sólo estoy centrado en jugar. Y sobre el interés del Real Madrid, pues es un orgullo porque es un club muy grande. Es algo que te elogia a mí y a mi familia», concluye Izan Merino antes de seguir su doble sesión habitual, como jugador del Málaga por la mañana, y como técnico por la tarde en La Unidad.