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Una detrás de otra y ninguna buena. Así se le ha precipitado todo al malaguista Iván Rodríguez durante la última temporada. Después de una ilusionante renovación con el Málaga, todo se ennegreció porque el club, con problemas económicos, no pudo inscribirle en la competición ... al estar sancionado por el control económico de LaLiga. Lo mismo le pasó a Mula (ahora en el Alcorcón en una cesión pura sin opción de compra del club madrileño, regresaría al Málaga al acabar la temporada) de forma parecida a José Rodríguez (cedido en el Fuenlabrada).
La salida que encontró Iván a media temporada sin jugar, entrenando con el equipo pero sin poder competir, estuvo en la Ponferradina. Una cesión hasta final de temporada, pero con varios asteriscos en el contrato. Arroja luz él mismo en una conexión telefónica con SUR desde Ponferrada. «Ahora mismo tengo el mismo problema que muchos futbolistas que están cedidos. Luego hay un montón de situaciones particulares que supongo que las tendrá que gestionar LaLiga. No sé cómo será finalmente. En mi caso había una opción de compra (para que la Ponferradina le fiche finalmente) y luego una cláusula donde el Málaga tiene hasta el próximo 2 de julio para poder inscribirme en la plantilla. Y si no me inscribe, automáticamente paso a ser jugador de la Ponferradina sin ningún coste. Pero ahora no tengo ni idea de si esta situación con el coronavirus ha cambiado estos plazos; si también se prorrogarán o no. Está todo en el aire, la verdad. Lo hicimos así para que no me volviese a pasar lo de quedarme sin inscribir. Esto es en mi caso, no conozco los contratos de los demás», se sincera el malagueño, que no ha perdido el contacto con el Málaga y tiene contrato en vigor con el club blanquiazul hasta 2022.
Habla a diario con compañeros y amigos de dentro y fuera del equipo malaguista, y conoce los cambios a nivel institucional. «He estado en contacto con Manolo Gaspar todo este tiempo y la verdad que él está bastante contento con la situación que hay en el Málaga, con el administrador judicial, y veo que están ilusionados; pero ya no sé lo que pasará porque ahora con el coronavirus no sé lo que podrá ocurrir. De momento no he hablado nada de esto ni con el Málaga ni con la Ponferradina», comparte sus inquietudes.
Pese a los obstáculos de esta temporada, donde aún no ha podido jugar ni un partido, conserva la entereza. «Este año la verdad es que es para olvidar, pero bueno, de todo se saca algo bueno y se puede aprender. Aunque deportivamente no me esté sirviendo para nada, seguramente a nivel personal y de cara a mi carrera deportiva podré aprovechar en un futuro esta experiencia», reflexiona.
Y es que cuando parecía que podría volver a sentir la adrenalina de la competición, apareció la crisis del coronavirus. Tampoco ha llegado a debutar con la Ponferradina. «Casi no me dio tiempo a aterrizar y no se han dado las circunstancias. En mi puesto de lateral derecho, si no hay lesiones o contratiempos es muy difícil entrar de buenas a primeras. Estaba esperando a tener la oportunidad... Pero, por lo que me transmiten, veo que están contentos conmigo y espero tener la ocasión de demostrarles para lo que me vine aquí. Me ha sorprendido muy gratamente todo lo que rodea al club, y la única espinita es no haber podido jugar aún», valora el malaguista, que se quedó en Ponferrada en los albores del estado de alarma.
EXPLICA LA CLÁUSULA
contacto con el MálagA
«Me quedé aquí porque al principio había muchas dudas y nos dijeron que era para dos semanas de confinamiento, por lo que nos quedamos aquí esperando qué podía a pasar, si volvíamos o no. Y cuando se fue prolongando, pues ya no había manera de volver a casa. Pero bien, la verdad es que estoy como en casa. Y entrenando y aprovechando el tiempo lo máximo posible para cuando se vuelva estar lo mejor posible. En una habitación tengo un pequeño gimnasio adaptado a mis entrenamientos; estoy bastante cómodo», analiza con perspectiva la que está siendo su primera experiencia fuera del Málaga desde que llegó al club en edad alevín y en 2018 debutara con el primer equipo tras pasar por todas las categorías.
«Supone cambiar hábitos, amistades, familia y todo el ambiente en el que estaba acostumbrado a desenvolverme. Pero la verdad es que me he adaptado bien», cuenta a la vez que apunta una clave para soportar la incertidumbre: «La verdad es que intento no saber mucho porque cada día es una fecha diferente. Yo sigo lo que se dice en el equipo, que entrenamos casi todas las mañanas por videollamada... Ahí escucho que nos podrían hacer unos test, luego esperar a ver lo qué dice el Gobierno, se hablan muchas cosas, pero nada en concreto. Cuando se oficialice algo ya sabremos», comenta.
AÑO EN BLANCO
Sobre la vuelta del fútboles claro: «Cada uno tendrá sus motivos, pero yo creo que puede afectar muchísimo al fútbol que no se acabe la temporada y entre todo el mundo podemos hacer un esfuerzo. Muchos piden la seguridad al cien por cien, pero creo que eso no se va a tener aunque salgamos a la calle en octubre. También es verdad que quedan muchas cosas por decidir y España está en un momento difícil. Ya se verá qué pasa».
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