Inversores de Catar, dispuestos a buscar con Al-Thani una solución para el Málaga

Los mensajes de preocupación siguen llegando de una forma constante también a tierras cataríes. Cada día, sin duda, se abren más frentes para un Al-Thani rodeado de asesores externos. Pero el jeque siempre mantuvo su idea de no vender el club, de donde ahora cobran también sus hijos (al margen de otros gastos). La situación, sin embargo, comienza a ser insostenible para el Málaga, y poco a poco también para el propio presidente de la entidad, lo que puede hacerle que cambie de opinión. Los Pequeños Accionistas, los aficionados, las principales instituciones y LaLiga continúan muy de cerca la evolución de un plan de saneamiento que deberá poner en marcha de forma inmediata el consultor del jeque Richard Shaheen (ahora trabaja en las oficinas de La Rosaleda). Pero todos los actores manifiestan su preocupación y mantienen sus dudas, lo que los fuerza a estar muy atentos a los movimientos que se vayan produciendo en las próximas semanas.

El propio alcalde Málaga, Francisco de la Torre, desveló días atrás que había contactado con el embajador de Catar en nuestro país para comunicarle cuál era la situación del club, mientras que este periódico ha podido saber que también se han producido otros contactos con altas instancias cataríes para, una vez más, expresar la preocupación por el devenir de la entidad que preside el jeque Al-Thani. Y De la Torre, al margen de sus relaciones diplomáticas, también habló de una tercera vía (sin el jeque ni BlueBay) para dirigir los destinos del club de Martiricos cara al futuro. Unos empresarios que pudieran frenar la actual crisis y estuvieran en disposición de reactivar la entidad.

El jeque Al-Thani, pese a su insistencia en no desprenderse del club, podría estar también intentando recibir la colaboración de los inversores de su país para buscar una salida con ciertas garantías. Las opciones de una posible cooperación, en su caso, deberá realizarse mediante una negociación con el jeque, con el objetivo de que el club reciba una inversión económica y que la gestión ofrezca garantías. Asimismo, todo quedaría siempre pendiente de BlueBay, que dispone de una sentencia favorable del juzgado para, al menos, compartir la propiedad con el jeque. Es previsible, de esta manera, que en poco tiempo la hotelera también sea involucrada en esta operación con una oferta de compra de sus acciones o de los derechos adquiridos en la entidad malaguista.

El gran problema, sin embargo, está en el tiempo. El club necesita soluciones a muy corto plazo y no puede esperar procesos largos (ni siquiera de meses), lo que dificulta cualquier iniciativa de este calibre. De ahí que el plan de viabilidad que el club presentó en LaLiga siga siendo una urgencia, para buscar después soluciones más profundas a medio plazo. Reducir el tope salarial para salvar a la entidad de un descenso administrativo y disponer de liquidez para afrontar el resto de los pagos se convierten cada día más en las claves para una inmediata supervivencia.