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El fichaje se estaba cocinando desde comienzos de la semana pasada, después del fiasco con Meré y una vez asegurado el ingreso por la marcha de Pablo al Villarreal, pero se avanzó definitivamente el pasado lunes. A falta de la firma de los contratos, ... y ya parece que sin vuelta atrás, el joven central gaditano del Sevilla Diego González apuntalará el eje de la zaga del Málaga. Al contrario de lo que sucedía con el defensa sportinguista –que finalmente recaló en el Colonia–, no llega en calidad de cedido, sino comprado (se estima que por unos dos millones). Eso sí, su club de procedencia se guarda una opción de recompra por un valor que no llega al triple de la cantidad desembolsada.
El Málaga se ha asegurado los servicios de un jugador del que, más allá de que ya cuente con una decena de partidos oficiales con el primer equipo del Sevilla, existe coincidencia en señalarlo como uno de los grandes centrales de futuro en el fútbol español. De hecho, durante la pasada temporada ya debutó a las órdenes de Albert Celades en la selección sub-21 y fue reclutado a última hora para el Europeo de Polonia por la baja de Yeray.
El club de La Rosaleda comenzó a moverse pronto tras el contratiempo del fichaje fallido de Meré. Fue apenas tres días después de que este decidiera marcharse al Colonia cuando surgió la opción de Diego González. El defensa nacido en Chiclana había estado en Japón durante la gira del Sevilla a las órdenes de Eduardo Berizzo, pero al regreso le comunicaron que pasaba de nuevo a la disciplina del Sevilla Atlético. En ese instante el jugador y la empresa que lo representa (You First Sports, la misma que a Jony y Cifu) entendieron que era más conveniente buscar otro destino.
El Málaga entró en liza con fuerza y desde el primer día fue la opción que más gustó al futbolista gaditano, por delante de otras que ya tenía sobre la mesa (como sucedía con el Levante). Durante la semana pasada se intensificaron los contactos y fue este lunes cuando la negociación quedó cerrada entre todas las partes.
La operación es ventajosa para todas las partes. El jugador tendrá la opción de jugar en Primera; el Málaga contará con un futbolista en propiedad, no cedido, del que incluso podrá obtener beneficio económico, y el Sevilla dispondrá de una opción de recompra.
Diego González tal vez sea un desconocido para la mayoría de los aficionados malaguistas, pero no para lo que siguieron con frecuencia la pasada temporada la Segunda División. En el Sevilla Atlético, que cuajó una notable temporada –estuvo en varias fases en el grupo de cabeza–, el chiclanero disputó 34 de los 42 partidos, aunque en cuatro faltó al estar convocado por el primer equipo (el partido de Primera en el que más jugó fue precisamente el Sevilla-Málaga, 23 minutos). Ya había debutado en la élite en la recta final de la campaña anterior y precisamente marcó en aquella cita en casa con el Granada.
El zaguero cuenta con una peculiaridad: juega indistintamente con las dos piernas con una facilidad asombrosa. A sus 22 años tiene mucha personalidad y también destaca por su poderío en el juego aéreo y su salida del balón desde atrás. Diego González es un central completo. De ahí su extraordinario futuro.
Hay pocos que conozcan tan bien a Diego González como el hoy responsable deportivo de La Academia del Málaga. Miguel Calzado fue uno de los artífices (quizá el que más) de la contratación del defensa chiclanero por parte del Sevilla, hasta el punto de que estuvo siguiendo su progresión durante varias temporadas.
Es más, Calzado recomendó el fichaje de Diego González desde muy pronto y en sus informes apuntó que le veía cualidades para jugar más retrasado de lo habitual en él (al principio se movía muy cerca del área contraria), una impresión que luego se convirtió en realidad por parte de los responsables del Cádiz, ya que en juveniles pasó a jugar en la defensa, incluso en cualquiera de las cuatro posiciones.
Diego González siempre fue una de las grandes apuestas de Calzado, que desde la lejanía confiaba en que tuviera su oportunidad ya como integrante del primer equipo sevillista desde comienzos de este año. Pero el club hispalense optó por reforzarse con un central de fuera, el francés Lenglet, del Nancy.
El rendimiento del zaguero de Chiclana fue una de las grandes sorpresas la pasada temporada en Segunda División, así que no pasó inadvertido para varios equipos. El Málaga era uno de ellos, pero curiosamente el Levante se movió antes. El club granota, que tiene como entrenador a Juan Ramón Muñiz, contactó con el sevillista e incluso llegó a un acuerdo verbal con él hace más de dos semanas.
Sin embargo, el asturiano y los responsables de la parcela deportiva del Levante, Tito y Carmelo del Pozo, asumieron a comienzos de la semana pasada que la incorporación de Diego González se había complicado. Tras el fiasco con Meré, el Málaga movió ficha con rapidez y contactó con el jugador, al que la idea de estar cerca de casa y en un equipo con más aspiraciones lo sedujo desde el primer momento. Por no hablar, claro está, de las conversaciones que han mantenido con él tanto Calzado como Míchel. El caso es que Muñiz se ha quedado compuesto, sin central y muy resignado. Pero ya le había echado el ojo...
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