Imagen de La Rosaleda con una gran entrada en uno de los encuentros de la pasada temporada. NIGUE FERNÁNDEZ

La imparable 'Malagamanía' justifica la gran ampliación de La Rosaleda que está prevista

La demanda existente ahora de abonos del equipo blanquiazul completaría más de 40.000 asientos del estadio de Martiricos

Sábado, 10 de agosto 2024, 00:17

La 'Malagamanía' se ha convertido en una corriente en claro crecimiento y sin que se observe un techo claro. Es una realidad indiscutible. La 'explosión' ... generada en la afición blanquiazul en la anterior temporada, precisamente en la que el cuadro de Sergio Pellicer militó en la tercera categoría, tuvo su punto álgido en el ascenso a Segunda. Pero este sentimiento sigue en alza de forma progresiva, superando ya algunos límites, como el aforo de La Rosaleda. Este torrente de pasión por los colores del Málaga, de esta forma, deja claro que la gran ampliación prevista para el estadio está más que justificada.

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La creciente población de la ciudad y la provincia también son indicadores claros de unas necesidades mínimas de capacidad para el campo de fútbol principal, sea propiedad de quien sea. En un momento inesperado, como ha ocurrido ahora, la afición malaguista ha vuelto a hacer una exhibición de apoyo a su equipo, dejando La Rosaleda pequeña, muy pequeña. De entrada, el Málaga ha tenido que limitar el aforo máximo para sus socios a 26.550 asientos, lo que le permite disponer de unas 3.500 localidades sueltas, que serán más caras, para la venta en los partidos y la grada visitante (la capacidad del estadio supera mínimamente las 30.000 personas).

Pero la gran sorpresa llegó con las peticiones para nuevos abonos. Esta cifra se colocó por encima de las 15.000, mientras que la disponibilidad era de 750. De ahí que se haya celebrado un sorteo para repartir estos mínimos carnés (los elegidos recibirán en breve una comunicación del club). Esta espectacular demanda deja muy claro que el techo del Málaga en cuanto a abonados está todavía muy lejos tras este último impulso que se está desarrollando en los últimos meses. Esta dinámica sería todavía más contundente si el equipo estuviera en la élite, algo a lo que debe aspirar inmediatamente que se consolide en Segunda.

Las solicitudes de abonos nuevos de este jueves unidas a los carnés ya vendidos elevan la cifra de socios potenciales del Málaga claramente por encima de los 40.000. Este dato escalofriante para esta entidad deberá convertirse de inmediato en un motivo de profunda reflexión para todos los implicados. Los dirigentes del club, además, adquieren una mayor responsabilidad en el ejercicio de sus funciones para no defraudar, en la medida de sus posibilidades, las expectativas creadas alrededor de un equipo austero y un club intervenido y con el dinero justo.

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El problema de capacidad de La Rosaleda, sin embargo, se resolverá a medio plazo, en algo menos de cinco años. Las administraciones (Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación), que son las propietarias de la instalación de Martiricos, tienen un proyecto en marcha para ampliar el estadio hasta 45.000 plazas. Apostaron por convertirse en sede para el Mundial 2030 y lo consiguieron, lo que les obliga a acelerar todavía más esas importantes obras previstas para disponer de un campo 'nuevo' al final de 2028.

La futura capacidad del campo de Martiricos, que es una obligación para albergar los partidos del Mundial, será vital para ir dándole cabida a la afición malaguista, que está viviendo uno de sus mejores momentos. Los seguidores han recobrado la ilusión por su equipo después de pasar por Primera RFEF, algo que no ocurría desde que el cuadro blanquiazul accedió al fútbol profesional al final del siglo anterior, en 1998. El crecimiento es progresivo y constante y no se observa ningún límite a corto plazo.

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Un 'nuevo' campo moderno y posiblemente techado para la celebración del Mundial 2030

El proyecto de las instituciones propietarias para La Rosaleda está en marcha desde hace ya algunos años, aunque ahora se ha consolidado y acelerado con la elección de Málaga como sede del Mundial 2030, que se celebrará en España, Portugal y Marruecos. Queda por decidir un matiz importante del campo, aunque esto no demorará el proceso burocrático y complejo que sigue avanzando. Existe la opción básica, con una remodelación esencial y moderna de primer nivel, y otra mucho más ambiciosa que prevé multitud de complementos, pero sobre todo dispondrá de una instalación techada y con césped retráctil (que se puede quitar y poner). En ambos casos para 45.000 espectadores.

La inversión será muy importante en cualquiera de los dos supuestos, aunque la segunda dispararía los costes a cerca de 300 millones, si bien es probable que sea la opción elegida debido a que se perfila como la más fácil de rentabilizar y que menos le costaría a las administraciones. De hecho, el Ayuntamiento tiene en marcha un estudio de máximo nivel para identificar y encontrar inversores privados que pudieran estar interesados en entrar en este espectacular y futurista proyecto.

La revitalización de la franja norte de la ciudad y la utilización de La Rosaleda todos los días del año son las principales claves de un proyecto que sobrepasa el ámbito deportivo. Málaga dispondrá de un estadio grande y moderno estadio, pero eso no será todo. Las zonas comerciales, de ocio y hoteleras pueden convertirse en realidad en este enclave de Martiricos en pocos años.

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