La hora de los profesionales en el Málaga

Sólo Cristian, con un golpe en un pie, no se entrenó ayer, pero en principio no está descartado para el importante duelo en La Rosaleda del domingo (21.00 horas) ante el Rayo Vallecano, deforma que de nuevo los profesionales serán los que lleven el peso del partido ante el cuadro madrileño. El Málaga está a tres jornadas de llegar al último tercio de la competición y, después de ganar sólo un partido de los últimos nueve, la situación empieza a complicarse, al quedar ya sólo con seis puntos de colchón respecto a la zona de descenso, la menor renta disfrutada desde noviembre. Las dos citas próximas, ante el Rayo y en el campo del Mirandés, tampoco son sencillas cara a sumar de tres en tres, con lo que parece claro que ha llegado el momento de más presión del curso, que han de soportar los jugadores con contrato profesional y un mayor bagaje.

Hasta ahora han sido solamente tres los onces iniciales del Málaga en la Liga sin presencia de canteranos. Sucedió en la primera vuelta ante el Mirandés (1-1), en la octava jornada, cuando salieron Soriano; Calero, Mejías, Lombán Juande, Matos; Escassi, Cristian; Jairo, Caye Quintana y Jozabed, y en el triunfo en Fuenlabrada (0-2), en la decimosexta, cuando formaron de salida Soriano; Mejias, Juande, Lombán Matos; Luis Muñoz; Joaquín, Benkhemassa, Jozabed, Rahmani, y Chavarría. Mientras, el domingo los elegidos por Pellicer fueron Soriano; Alexander, Mejías, Juande, Matos; Escassi; Joaquín, Jozabed, Caye Quintana, Rahmani, y Chavarría.

Frente a las dificultades vividas la pasada campaña a la hora deformar un once y maniobrar con los cambios durante los partidos, en esta el problema está siendo algo menor para Pellicer, hasta el punto de que en las últimas semanas parece olvidada la preocupación de que coincidan en el campo cuatro canteranos, lo que dejaría al equipo a tiro de la alineación indebida en caso de expulsión o lesión de alguno de los profesionales –si bien siempre quedaría el recurso final de forzar un cambio antes de que se reanude el juego, para evitar el castigo–.

La realidad es que en las últimas jornadas no han llegado a actuar más de tres jóvenes por partido, en algunos casos sin coincidir a la vez en el terreno de juego. De hecho, en El Molinón sólo Cristo participó en el choque entre los que tienen un dorsal superior al '25' y estuvo nada más que once minutos.

La recuperación de los profesionales y la sensación de que han de ser estos los que saquen la empresa adelante a estas alturas coincide con un momento bajo de la mayoría de canteranos. Pese al anuncio a bombo y platillo de la renovación de Julio (110 minutos en Segunda esta temporada), el atacante no juega en la Liga desde el 20 de diciembre, y totaliza once minutos las últimas diez jornadas. El pasado fin de semana no jugó tampoco en Tercera con el Atlético Malagueño.

Junto a él, Larrubia, que llegó a jugar el miércoles con el juvenil de División de Honor ante el Santa Fe (4-0), no se alinea desde el 5 de diciembre, y antes no participaba desde la octava jornada. De esta forma, los jóvenes con más protagonismo son, a estas alturas, Ismael (981 minutos), Cristo (555) y Ramón (1.558), pero también tienen aspectos en su contra a día de hoy que pueden provocar que empiecen a jugar con menos asiduidad. Los dos laterales han sido desbancados en los últimos partidos por Alexander y Matos, más expertos. Esto también afecta a Benítez (228).

Mientras, Ramón, el canterano con más confianza del técnico esta temporada, tuvo que parar dos semanas por una lesión en un hombro. En principio, puede que reaparezca este fin de semana, pero será su respuesta en la competición lo que determine si no se resiente y se ve obligado a pasar por el quirófano para recuperarse mejor de la dolencia.

Finalmente, Hicham termina de recuperarse de su enésima lesión muscular. Aunque está cerca de volver, es una incógnita conocer si podrá ayudar o no al equipo en este tramo. De momento sólo ha jugado diez minutos repartidos en dos choques, pero sus virtudes le pueden convertir en una pieza importante.