Hicham, en un remate en el partido frente al Albacete. Salvador Salas

¿Qué fue de Hicham?

Su rendimiento y actitudes lo llevaron al filial, donde ya tampoco tiene continuidad

Viernes, 8 de febrero 2019, 00:16

Fue la sensación no sólo de la pretemporada, sino en el brillante comienzo liguero del Málaga. Pero el fulgurante arranque de Hicham se fue diluyendo hasta haber quedado casi en el olvido para el aficionado. El joven extremo marroquí acumula casi dos meses en el Atlético Malagueño e incluso en momentos puntuales ha sido suplente después de perderse distintos entrenamientos al argumentar que sufre molestias.

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Que Hicham deslumbró a Muñiz en verano es tan evidente como que con el paso de las semanas supuso un enorme desengaño para el técnico. El joven marroquí equivocó su rol en el equipo y además no terminó de mostrar la continuidad deseada. Y ya se sabe que el asturiano no perdona cuando ve que el futbolista desconecta, ya sea joven (como aquel filial, Pedrito, que duró dos semanas en 2009, hasta que no se esforzó en El Molinón), sea ídolo de la grada (como Luque, que curiosamente meses después optó por la retirada) o sea fichaje de la dirección deportiva (Xavi Torres, Stepanov, Benachour...) Por eso, como el delantero mantuvo su línea de trabajo, Héctor (actualmente en el Rayo Majadahonda) solía ir convocado pese a que su rendimiento en el campo no era el esperado.

Al margen de que el factor sorpresa de su irrupción se desvaneció, la tendencia a argumentar molestias también le ha perjudicado

El caso de Hicham es muy habitual en el fútbol profesional: un jugador que se convierte de un plumazo en estrella del equipo y que no sabe ni mantenerse ni medir bien los pasos. Porque en el retorno del joven marroquí al Atlético Malagueño no sólo mediaron cuestiones relativas a su rendimiento. Es cierto que fue a menos en sus actuaciones y que en las últimas imperó la tesis de aquellos miembros del cuerpo técnico que incidieron muy pronto en que es un futbolista más peligroso cuando recibe al balón al espacio que cuando debe encarar. En las primeras jornadas sí hizo esto último (en Lugo destrozó a su par en apenas cinco minutos), pero con el paso de las jornadas ese factor sorpresa se desvaneció y los laterales lo esperaban; es decir, le dejaban unos metros para que tomara la iniciativa y se agazapaban bien cubiertos además por otro compañero. Hasta que llegó la prueba de fuego para el joven futbolista. En Extremadura, ante la inoperancia de Renato, Muñiz recurrió a él en el minuto 40. Durante casi una hora Hicham fue incapaz de superar una sola vez a Pomares.

Pero, paralelamente, algunas actitudes de Hicham no comenzaron a gustar. En especial, como subrayan componentes del equipo, la tendencia a esgrimir que estaba cargado y a acudir a los masajistas y los fisioterapeutas. Todo ello provocó que ya no tuviera la misma continuidad en los entrenamientos, que bajara el nivel y, sobre todo, que se creyera uno más de la plantilla cuando por edad todavía se le considera un meritorio. Este último aspecto, dejar de tener los pies en el suelo, acabó por pasarle factura.

Hugo, por delante

Hicham jugó su último partido en Almendralejo, en la decimoquinta jornada, y una semana más tarde no fue convocado ante el Granada. Yfue ahí cuando Muñiz decidió que el extremo debía reaccionar. «Los jóvenes tienen que jugar todos los fines de semana, no pueden estar en la grada», esgrimió. Pero fue llamativo que, pese al óptimo rendimiento del marroquí en su reestreno con el Malagueño (marcó el 1-0 ante el Badajoz) o dos semanas más tarde, contra el Ibiza (logró el 1-1 que permitió empatar), recurrió al juvenil Hugo e incluso lo hizo titular en la visita a La Romareda.

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El marroquí comenzó muy bien en el filial, pero su rendimiento también ha bajado

Hicham, cuyo entorno también es mirado con lupa en el club, cumplió el pasado fin de semana dos meses en el filial. Lleva tres goles (también marcó el del triunfo en San Fernando), pero de nuevo distintas molestias –y por consiguiente su ausencia en algunos entrenamientos– ha provocado que frente a El Ejido fuera suplente, que no fuera convocado para la visita a Talavera y que saliera tras el descanso el domingo en casa ante el Linense.

El rendimiento del joven marroquí ha decaído también en el Atlético Malagueño y preocupa que no vuelva al camino deseado. Esas dudas en torno a Hicham, más las ya comentadas en este periódico sobre la incógnita de Koné –que ayer mismo sufrió otro contratiempo–, obligaron a buscar un futbolista con velocidad en el mercado invernal. Al final ha llegado Iván Alejo, precisamente un extremo...

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