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Fue un Pablo Guede más comedido el de este viernes, en la antesala del duelo de este domingo ante el Huesca en El Alcoraz (21.00 horas), con el freno de mano echado respecto a sus palabras, más repensadas de lo que en él es ... normal. La situación invita a ello, con tres derrotas en cuatro jornadas y una serie de resultados desde su llegada (apenas tres victorias en doce partidos) que no acaban de avalar el trabajo diario.
Pero el técnico malaguista no cree que vaya a ir a más el divorcio expresado por la afición contra él al término del duelo ante el Albacete (1-2)."La ruptura entre la gente y Guede no se va a producir, porque amo este club y la afición me quiere. Con el entrenador opinan lo que tienen que opinar. Duele, porque nunca quieres que en tu casa te griten eso, pero sé diferenciar lo que es la persona de lo que es el entrenador. Con Manolo (Gaspar), y José María (Muñoz), estos días han sido lo normal de todas las semanas".
Pese a que el margen de confianza de la entidad está cerca de llegar a un límite si no llegan los resultados (el equipo está en la orilla de la zona de descenso), Guede tiene claro que todos en el club reman a su favor. "El camino está hecho, y dije que iba a haber días de tormenta, pero siento el apoyo de todos los empleados del club cuando voy por las oficinas. Está por encima de los resultados. Mi amor por el club es incondicional y un resultado no va a cambiar el apoyo", manifestó.
Dicho esto, acepta que el trabajo de un técnico tiene fecha de caducidad en determinadas situaciones de crisis deportiva. "Como entrenador los resultados son los que mandan, igual que la entrega y el trabajo. Es un cómputo global de todo eso. Hay pequeños detalles que hacen que un entrenador se tenga que ir de un club, y muchas de las decisiones precipitadas perjudican más que favorecen. Estoy acostumbrado a esto y he pasado muchas veces por estas situaciones y la mayoría de las veces la he sacado, no adelante, sino de forma exitosa", añadió Guede.
"Si la pelotita no entra y ganas dos partidos de diez te vas a ir. Ese es el fútbol. Pero en e club me ven entrar a las siete de la mañana e irme a las ocho y media de la tarde. Tengo muy claro lo que quiero y hacia donde vamos", matizó. Y sobre el ánimo en estos días de los jugadores, sostuvo que "están muy bien". "Son conscientes de lo que están trabajando y tienen que tener premio; no hay cabeza gacha ni dudas", comentó también.
Al margen de todo esto, y centrado ya en el duelo ante el Huesca, dejó claro que no recupera a ninguno de los lesionados, aunque se sobreentiende que Luis Muñoz, que empezó a entrenarse el miércoles, puede tener opciones de ir convocado. "A ver mañana (por el sábado) cómo está", dijo con ambigüedad. "No es fácil tener tres jugadores de una misma posición lesionados -añadió en relación a Bustinza, Ramalho y Burgos-, pero no sirve de nada quejarnos, es lo que estamos sufriendo".
Respecto al Huesca, Guede tuvo claro que "vamos a tratar de cuidar mucho las contras. Ellos tienen gente muy rápida y hay que evitar por todos los medios centros laterales, porque ellos son muy fuertes por las bandas". Aunque no aludió a Marc Mateu, es un jugador vital por la precisión de sus centros en el juego y a balón parado.
Sobre los errores defensivos del Málaga y, en especial los do tantos tempraneros encajados ante el Albacete en la última jornada, dijo: "Si hubiésemos cometido un solo error varias veces me preocuparía. El otro día cometimos seis errores en las dos primeras jugadas. Se lo dije después a los chicos. Son los pequeños detalles, errores que no podemos volver a cometer". Y dicho esto fue claro al excusar a Manolo Reina de las derrotas, al tiempo que alabó también la profesionalidad de Rubén Yáñez.
Finalmente, sobre si el equipo se encuentra más cómodo jugando fuera, fue contundente: "Creo que no. Entiendo que perdimos en casa. Entiendo que hace nueve meses que no se gana en casa, pero cuando vi el partido del domingo dos veces hay cosas que no pude entender. El primer gol nos lo hacen defendiendo diez contra seis. Cuando más arriesgamos fue cuando menos nos llegaron, en la segunda parte. No me preocupa jugar fuera o adentro. El comportamiento de la gente fue bueno el otro día, no gritó hasta que acabó el partido".
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