El elegido es Pablo Guede. El Málaga apuesta por el argentino como revulsivo para que el equipo reaccione en los ocho encuentros que quedan y mejore su clasificación. El exjugador blanquiazul llega al rescate del conjunto de Martiricos y podrá poner en práctica la experiencia adquirida en los últimos años como técnico. El objetivo estará centrado en reconducir la situación para evitar la zona de descenso. Será el tercer entrenador que dirija la plantilla blanquiazul esta temporada tras la marcha de José Alberto López y la salida ayer mismo sábado Natxo González.
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Militó como jugador en el Málaga de Segunda B y después también lo hizo en el equipo que ascendió a la categoría 'de plata'. De hecho fue uno de los grandes protagonistas del conjunto blanquiazul para recuperar el fútbol profesional en una angustiosa fase de ascenso. Después de cerrar su etapa como futbolista, como entrenador comenzó con equipos de categorías inferiores hasta que se marchó a Sudamérica para comenzar a conformarse una carrera como técnico. Tras dirigir a El Palo en tierras malagueñas hizo lo propio con equipos de máximo nivel como los argentinos Nueva Chicago y San Lorenzo, los chilenos Palestino y Colo-Colo, el árabe de Al-Ahli y los mexicanos Monarcas Morelia, Tijuana y Necaxa. Se desvinculó de este último conjunto al final del pasado año.
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Guede lleva muchos años siendo candidato a ocupar el banquillo del Málaga. Y era previsible que le llegara su turno, pues él siempre estuvo encantado de volver al equipo blanquiazul. Ahora te tocará una labor complicada debido a la dinámica del equipo en este momento, pero todavía dispone de un margen suficiente como para buscar la reacción en las jornadas que quedan. Los equipos de abajo aprietan, aunque las distancias con el descenso se mantienen lo mismo.
El técnico argentino, que ha firmado ya por lo que queda de temporada y la próxima, se encuentra en la ciudad y dirigirá el entrenamiento de este lunes y comenzará a preparar el importante encuentro del sábado, a las 18.15 horas en La Rosaleda contra el Valladolid. Con un caché actualmente muy superior, Guede se adaptará a los emolumentos que puede ofrecer el Málaga en este momento, pues dirigir al conjunto blanquiazul es uno de sus sueños desde que arrancó su trayectoria como entrenador.
Y se incorporará completamente solo al equipo malagueño. Conoce a casi todos los ayudantes del primer equipo blanquiazul y también a muchos de los que se encuentran en la cantera. De esta manera, 'tirará' de los que necesite para confeccionar un equipo de trabajo consistente para, en primera instancia, cerrar el campeonato de la mejor manera posible.
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El nuevo técnico del Málaga, de 47 años, se incorpora para cambiar el rumbo de una plantilla desconcertada y en plena racha de malos resultados. El carácter del argentino puede haber sido una de las claves de la elección de Manolo Gaspar, que siempre fue muy cercano del exdelantero. Por contra, nunca ha entrenado en el fútbol profesional español y, por lo tanto, no tiene experiencia en la categoría, algo que deberá compensar con los ayudantes que pueda tener en el equipo.
El despido estaba cantado y el Málaga lo hizo oficial tras reunirse con el entrenador al llegar la expedición de Gerona. De esta forma, Natxo González deja el equipo blanquiazul tras diez partidos al frente del mismo. Los resultados no fueron los esperados y la dinámica negativa se mantuvo, lo que llevó a la dirección deportiva del club, con Manolo Gaspar a la cabeza, a tomar la decisión de prescindir del técnico victoriano después de diez partidos al frente del banquillo.
El Málaga, de esta manera, busca soluciones de una forma inmediata. La derrota en el campo del Girona, después de un partido en el que volvió a quedar clara la falta del gol del equipo, fue un paso más en esta previsible ruptura de relaciones entre el técnico y el club. Las fuentes consultadas afirmaron, incluso, que la decisión no se toma en base a un resultado, sino que forma parte de un análisis más profundo de la situación del equipo y las posibilidades de recuperación cara al futuro.
A falta de ocho partidos para el cierre del campeonato, la preocupación es máxima en el Málaga por la dinámica nuevamente negativa en la que está inmerso el conjunto blanquiazul. Las dificultades para marcar se han convertido en una pesadilla para los blanquiazules, que también suelen cometer algunos errores o desajustes que les cuestan goles en todos los partidos. Con la salida primero de José Alberto López el club buscó una reacción que no llegó (consiguió en esta última etapa seis puntos en los diez partidos disputados), algo que intentará repetir ahora con mayor éxito.
Se esperaba que con la llegada de González hace dos meses llegara, al menos, el revulsivo habitual que se produce con el cambio de una figura tan importante como esta en cualquier club. Pero no fue así y los resultados siguieron siendo negativos. El técnico, sin embargo, se defendió argumentando que hay distintas formas de reaccionar, y en su caso la progresión llegaría poco a poco. Y es cierto que se observó una mejoría en el juego (igual que el viernes en el estadio de Girona), pero los resultados no variaban.
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