Mientras que para unos el Málaga sigue tensando la cuerda con este tipo de partidos, otros celebran haber sumado un nuevo punto. El técnico del equipo, por ejemplo. Apareció en la rueda de prensa tras el 0-0 ante el Oviedo con una tranquilidad ... apabullante. Desprendía satisfacción y parecía tenerlo todo bajo control. Prácticamente sólo sacó un pero al equipo: el gol. «Podíamos haber hecho un poco más en ataque, pero fue el típico partido de Segunda. Teníamos que igualar la intensidad de los duelos del rival e intentar desequilibrar físicamente. Creo que los duelos en la mitad del campo los controlamos bien, pero nos faltó un pelín arriba para hacerles más daño, si cabe, pero creo que ante un muy buen equipo en una muy buena racha…», valoró.
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Y por si cabía alguna duda, reiteró al menos en tres ocasiones más que no le preocupaba, por ahora, esta falta de gol: «Creo que hicimos un muy buen partido. Creo que hicimos el partido que requería el rival. Ellos son muy buenos en el dos contra dos, en intensidad… Creo que estuvimos a la altura de un muy buen equipo y nos faltó finura en el ataque para resolver». Se le recordó al técnico malaguista el escaso margen de maniobra con la zona baja de la tabla y, consciente de ello, respondió: «Nadie dijo que iba a ser fácil esto. Yo lo tengo muy claro. Tenemos que ir partido a partido, seguir y no bajar los brazos nunca. Ahora tenemos que ir a Tenerife y apretar. Lo peor que puedes hacer hora es lamentarte». Y aprovechó para comentar el mensaje que trasladó al equipo: «Fui al vestuario, los levanté a todos y les dije: 'Hay que seguir'». Seguir, pero no perder ni la calma ni la cabeza, no saltar al campo extramotivados. «Si hubiéramos jugado con el corazón en los últimos 10 minutos lo habríamos perdido. Quedan tres partidos, dependemos de nosotros y hay que tirar para adelante. Estoy tranquilo y superconfiado».
Víctor Olmo, feliz
En el turno de las cuestiones sobre nombres propios explicó Guede que quedó satisfecho con el trabajo de Sekou y que le dolió la lesión de Jozabed. «Se rompió, para unos 15-20 días mínimo. Lo tenemos jodido, no lo puedo creer, pero para eso tenemos una plantilla ancha, tienen que dar el do de pecho», valoró. Dicho esto, transmitió orgullo por el trabajo del defensa del Atlético Malagueño Víctor Olmo, que tras debutar habló en la rueda de prensa: «Estoy muy feliz, es algo con lo que sueña cualquier niño, jugar en La Rosaleda llena. Fue una pena el resultado, pero creo que el equipo lo ha dado todo y va a conseguir el objetivo».
Le acompañó el portero Dani Martín, satisfecho por el partido y, sobre todo, por el trabajo defensivo del equipo. Se abrió ante los medios y valoró: «Desde que llegó Guede me ha transmitido mucha confianza, que a lo mejor era lo que necesitaba tras ocho partidos sin jugar. Me siento muy cómodo con él y el estilo de juego… El equipo nos necesita a Dani Barrio y a mí, pero el grupo está increíble. Sabemos lo que tenemos que hacer».
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