Guede castiga la reincidencia de Peybernes

Guede se suma así a sus antecesores, José Alberto y Natxo González, que en un momento determinado prefirieron dejarlo en el banquillo. El primer entrenador de la temporada, que ya conocía a Peybernes de su etapa en el Sporting, no ocultó en privado sus críticas a un futbolista que casi en todas sus actuaciones comete un grave error por su desconexión en una acción determinada o por una frivolidad a destiempo. De hecho, tras el partido contra el Huesca –en el que formaron pareja por primera vez el francés y Lombán en el centro de la defensa– lo relegó al banquillo y prefirió apostar por el capitán y Juande durante dos encuentros. Posteriormente, le dio una nueva oportunidad y gracias a la lesión del canterano ya no perdió el sitio.

Con Natxo González pasó algo similar. En momentos puntuales Peybernes se ganó por méritos propios caerse del equipo titular, pero las distintas ausencias también le beneficiaron. No le ayudan ni la tendencia a recurrir a los aspavientos como justificación cuando comete un error o también a fingir un golpe tras un simple contacto. En situaciones de este tipo se ha dado la circunstancia de que el árbitro no ha apreciado falta y ha seguido el encuentro mientras el francés, en el suelo, rompía el fuera de juego. Incluso, en algún caso el desenlace ha sido un saque de esquina y justo entonces el zaguero malaguista se ha reincorporado con normalidad.

Aun así, el segundo entrenador de la temporada no tuvo reparos en dejarlo fuera del equipo ante el Fuenlabrada o el Huesca. Bien es cierto que antes sufrió una lesión, pero Peybernes había dejado tantas dudas que en el primero de ellos Natxo González prefirió propiciar el debut de Andrés y en el segundo retrasó a Escassi.

En los dos primeros partidos con Guede no hubo dudas, básicamente porque Lombán y Juande estaban lesionados. Pero sí en los dos siguientes. Peybernes fue el único culpable en la jugada que echó por tierra las buenas perspectivas del Málaga ante el Eibar. Al referirse a la expulsión por roja directa de Escassi (una entrada a Rahmani en acción manifiesta de gol), el técnico no tuvo reparos en aludir a la necesidad de analizar por qué se había producido. A buen entendedor... El origen no admite discusión: el central francés encogió la pierna en un balón 'dividido'.

La baja de Escassi, unida a la de Juande, y la apuesta por tres centrales facilitaron que Peybernes no se cayera del equipo en Las Palmas. Sin embargo, en la primera parte estuvo mal ubicado en un par de acciones (por eso le ganaron la espalda), flojeó en la salida del balón y, sobre todo, cometió la frivolidad de querer retrasar la pelota, sin un compañero claro para recibir, con un caño a un rival. Guede castigó en el descanso la reincidencia del francés y decidió dejarlo en la caseta. En este caso, conviene recordarlo, llueve sobre mojado. En la primera vuelta, también frente al cuadro grancanario, una insólita cesión del central a Dani Martín en el minuto 77 fue aprovechada por Benito para echar por tierra el esfuerzo del equipo para mantener la exigua ventaja en el marcador (1-0). Por fortuna, en una jugada de pizarra, Sekou logró el tanto del triunfo con un remate de cabeza en un córner tras partir él y otros dos compañeros desde fuera del área al producirse el lanzamiento de Jozabed desde la banda de Preferencia.