La gran tarde de Larrubia en el Málaga

Los goles son hasta ahora la asignatura pendiente de Larrubia, un jugador en el que confían plenamente el entrenador, Sergio Pellicer, y el director deportivo, Loren Juarros. No dudaron de que debía estar en el proyecto tras el ascenso, pese a que su peso real en los resultados (dos dianas y otras tantas asistencias) no fue especialmente llamativo en Primera RFEF. Sin embargo, a la hora de la verdad, el menudo futbolista de la cantera suele ser uno de los once de partida. Si analizamos la presente campaña, en doce jornadas fue titular en siete, pero tres se las perdió por lesión, otro por estar volviendo de la inactividad (en la derrota ante el Elche), y por rotación la pasada semana en Tenerife.

¿Qué es lo que convence de Larrubia? Siendo un futbolista con margen de crecimiento en muchas facetas, que necesita crecer en la toma de decisiones y ganar en calma en los instantes clave, es un jugador que cumple totalmente con las exigencias del cuerpo técnico sin balón y ayuda a construir el juego de ataque con sus conducciones, en ocasiones excesivas y también a veces con regates que rompen líneas que no acaban siendo determinantes en las áreas.

Es cierto que en la zona de tres cuartos puede ser más productivo para el equipo, pero el paso adelante que ha dado el futbolista esta campaña está a la vista de todos, y su actuación ante el Eibar lo corrobora. Larrubia fue una pesadilla desde el minuto 1 para Arrillaga, al que dejó expuesto ya desde entonces. Lo superó tantas veces que al descanso Etxeberria lo reemplazó por el marbellí Cristian, que tampoco lo tuvo fácil.

De momento Larrubia, que tuvo una actuación muy destacada ya ante el Albacete, ha dejado el pase al espacio del gol de Dioni en Cádiz y el tanto del pasado fin de semana, una cuestión de oportunismo en el área. Siendo el tiro lejano una faceta en la que tiene mucho margen de crecimiento, Pellicer le insiste en que acompañe más en la zona de remate (a veces desde el palo contrario a la jugada) o que busque con más frecuencia y precisión el último pase.

Larrubia ya acumula 62 partidos en Segunda, una categoría en la que empieza a mostrar una experiencia importante, y es que debutó con sólo 18 años, en la primera jornada de la temporada 2020-21 (derrota por 2-0 en Tenerife) disputando los seis minutos finales. El equipo estaba ya entonces dirigido por Pellicer, que tuvo un problema enorme todo el curso con las escasas fichas de profesionales. Esto dio más 'chance' al extremo, que llegó a participar en ocho partidos, pero se vio fuera del mismo en la 2021-22, con sólo una participación esporádica, en la Copa.

En la temporada del descenso del equipo estuvo cedido en el Mérida, donde maduró en su carrera y marcó cuatro goles, jugando 2.497 minutos. Estaba listo para regresar en la 2023-24, avalado por Loren, y desde entonces se ha convertido en un habitual en las alineaciones, con su gambeteo y su fútbol un tant descarado que parece más propio de la calle. Internacional en categorías inferiores con España, tanto en la sub-17 (con la que acudió al Mundial) como en la sub-18, no se consolidó cara a subir más escalones y no se viste de rojo desde 2019.