Goitia: «Confío en que esta pandemia nos una más como sociedad»

-Conocíamos tu trayectoria como jugador. Pero en la faceta personal, ¿cómo es Iñaki Goitia?

-Me considero una persona tranquila, similar al resto de la sociedad. Me gusta disfrutar del cine, las series, estar con la familia, con los amigos… Poder disfrutar del entorno y de cada momento, también mientras trabajas, que tengo la suerte de estar trabajando en lo que me gusta. Esos momentos de fin de semana, esas tardes libres, poder viajar…

-Lleva mucho tiempo en Málaga, en dos largas etapas. ¿Se siente un malagueño más?

-Me siento bastante identificado. Aquí maduré muchísimo y en lo personal conocí a la que es mi mujer y madre de mis hijos. En lo profesional también maduré mucho, la gente me trató muy bien en el pasado cuando llegué y hoy en día también, el trato es exquisito. La sociedad malagueña es muy agradecida, solidaria y muy abierta en cuanto a sentimientos.

-Natural de Cruces, nació en Baracaldo y es de Portugalete, zonas del fútbol vasco con nombres ilustres como Javi Clemente o Julen Guerrero, ¿no?

-Soy nacido en Cruces, en Baracaldo, y viví allí hasta los 18 años en Portugalete. Allí está la familia de los Guerrero, con Julen, José Félix y el hermano pequeño, Unai. Tuve la suerte de vivir en la misma calle, mis padres y sus padres se conocían; yo soy más pequeño que Julen, me aproximo más a Unai, y cuando era crío solía ver a los hermanos por la calle. En el mismo pueblo también estaba Roberto Ríos, que tuve la suerte de coincidir en el Betis en el cuerpo técnico de Pepe Mel. Y con Julen Guerrero, en La Academia, nos hemos cruzado cuando llevaba a su hijo Jon Julen a entrenar y solíamos coincidir y hablar.

- ¿Es cierta esa leyenda que dice que los porteros (ex, en tu caso) están un poco locos?

-Antes se decía mucho, pero no lo comparto. Antiguamente había cierto estereotipo de porteros que por sus extravagancias la gente los consideraba diferentes a una persona común. Es un puesto muy específico, que siempre se le ha podido mirar desde un diferente punto de vista, pero no considero que ese término haga referencia a los porteros.

-En su etapa como futbolista del Club se habló mucho de lo atípico que era tu automóvil en el mundo del fútbol. ¿Qué fue de aquel mítico Volkswagen Golf?

-A ese coche le tengo muchísimo cariño. Es un coche con el que me pedí mi primer crédito para poder pagarlo. Sigue estando útil, vivo, ya se lo di a mi hermano y hace uso de ello. Él trabaja fuera de España y cada vez que vuelve lo tiene a su disposición; mientras no está, el que lo utiliza es mi madre. Sigue siendo un coche útil y cada vez que voy a Bilbao, a Portugalete, me gusta cogerlo y darme una 'vueltilla' con él.

-Díganos algunos compañeros del Málaga con los que haya conservado una amistad que haya perdurado en el tiempo. ¿Su mejor amigo en el fútbol?

-Los 'Pishitas', servicios médicos… Muy buena relación cada vez que nos vemos y nos preocupamos por cómo está la familia. Tengo bastantes amistades aquí en Málaga. En cuanto a jugadores, con 'Calata', Manolo Gaspar, Duda… También ha entrado Juanito, luego Nacho, que coincidimos en el Málaga B y el Betis, donde pasamos momentos buenos y menos buenos. Si tuviera que quedarme con uno sería con Juanma, el de Don Benito; formamos parte del mismo equipo en el Málaga B, y tuvimos la suerte de volver a coincidir en el Betis y en Vitoria, en el Alavés. Somos muy similares en cuanto a forma de ser y cada verano teníamos la costumbre de cenar, charlar, tomar una cervecita… No solo te quedas con uno, hay muchos, es difícil nombrar a todos.

-Posiblemente, el ascenso a Primera División en la campaña 2007-08 fue el mejor momento de su carrera. ¿Qué anécdota especial recuerda?

-La consecución de los logros deportivos siempre te queda marcada. Uno de ellos es ese ascenso con el Málaga. También tengo un ascenso con el Betis y la salvación en la última jornada en Jaén con el Alavés. Es verdad que la de Málaga puede ser la que mejores recuerdos tenga de ella. Es un recuerdo maravilloso, sobre todo por ver a la sociedad malagueña disfrutar con el logro de su equipo. La gente malaguista volvió a salir a la calle y empezó a sentir ese malaguismo.

-Mójese. ¿Jugar o entrenar? ¿Qué le llena más?

-Sin duda alguna, me gusta mucho más jugar. Sentirte parte directa del juego. El entrenar, el día a día. El fútbol no es solo la competición del fin de semana, sino llevar a cabo la preparación para llegar de forma adecuada al partido. Me gusta mucho más jugar.

-¿Qué técnicos le han marcado? ¿Con qué modelo de juego se identifica e intenta plasmar en su equipo?

-En cuanto a propuesta de juego, Víctor Fernández. Me gustó mucho cómo organizaba cada tarea para conseguir su modelo deseado. Cómo veía el fútbol. Era un técnico que no le había seguido mucho, yo coincidí con él en el Betis; hicimos una segunda vuelta muy buena y no subimos a Primera por un gol, en el último año que subían tres de forma directa. Lo importante para nosotros, dentro de La Academia, es que los chicos intenten controlar todos los aspectos en todas las fases del juego. En cuanto a contundencia defensiva, ser efectivo en ataque, tener posesiones buenas para dominar el partido, tener buenas transiciones ataque-defensa… Modelos de juego hay muchos y hay que estar al día. En el cadete intentamos enseñar a los chicos lo que se van a encontrar a medida que vayan progresando. El Málaga es una selección de los mejores jugadores de la comarca y las zonas próximas, y el nivel es alto. Sabiendo que son niños, dar ciertas pautas para que tengan oído y hábito inculcado como prueba a la fase de adaptación al fútbol profesional. En La Academia tenemos un ejemplo claro, David Larrubia. La progresión que ha llevado en los últimos años ha sido excepcional, es un chico muy formado, la familia es muy humilde y lo ha llevado muy bien.

-Es un tipo con inquietudes más allá del fútbol. Cuéntenos las más sorprendentes o lejanas al prototipo de futbolista estándar.

-Disfrutar de mi gente, de la familia, de los amigos, de los entornos. Y estar centrado, en seguir trabajando, seguir educando a nuestros hijos y a los chicos a nuestro cargo en el equipo, en el ámbito deportivo, extradeportivo y social. Me gusta viajar mucho, dentro de lo posible, y cuando tenemos un poco más de tiempo poder salir al extranjero.

-Por último, ¿qué opinión o reflexión le merece la actual situación a escala mundial?

-Nos ha cogido a todos y ha paralizado a todo el mundo. Estos días dan que pensar mucho. Tenemos que centrarnos en las cosas básicas. La importancia de sectores como sanidad, limpieza, alimentación… Sectores obligados a trabajar para que la sociedad siga adelante. La vida solo se vive una vez. Lo importante es lo biológico, es la base de ello, y vemos que un virus hace muchísimo daño a diferentes sociedades a nivel de salud y económico. El valor de ese saludo, ese qué tal, ese pequeño comentario… Esa unidad de sociedad. Confío en que esto nos una más como sociedad, que valoremos todo lo bueno y que sigamos ayudándonos los unos a los otros. De ésta saldremos muy fuertes, acabará, nos habrá dado una gran lección la naturaleza al margen de las teorías del origen de este problema. Hay que centrarse en el presente y salir lo antes posible, sin hacer daño. Esto nos unirá y saldremos más fuertes y reforzados como sociedad.