N'Diaye, en el entrenamiento de ayer, tras firmar su contrato con el Málaga. Pepe Ortega. Malagacf
Ojo de halcón

Ni Genaro ni Escassi convencieron...

El fichaje de un medio defensivo nunca estuvo entre las prioridades, pero la falta de contundencia en el comienzo de Liga ha obligado a buscar en el mercado

Viernes, 2 de septiembre 2022, 00:27

El fichaje de un medio de contención (y en concreto de N'Diaye) ha supuesto un giro radical a las intenciones del Málaga durante todo el verano. Igual, por ejemplo, que haber dejado a un lado de momento el sistema con tres centrales con el ... que se había ensayado casi toda la pretemporada para apostar por una defensa con cuatro futbolistas. El motivo de la incorporación casi sobre la bocina de un 'pivote' de gran presencia física obedece sobre todo a la falta de contundencia que ha mostrado el equipo en el comienzo de la Liga (también en la recta final de la pretemporada) y que deja como grandes damnificados a Genaro y Escassi.

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Porque el fichaje de un centrocampista defensivo nunca estuvo entre las prioridades en la planificación. La medular aparecía tan poblada de jugadores que siempre se pensó que en esa zona no era imprescindible contar con alguna pieza más; en cambio, sí estaba bien clara la pretensión de reforzar el eje de la defensa con varios efectivos y de contar con un ataque renovado.

Conviene recordar que en el centro del campo figuran la mayoría de los 'supervivientes' de la pasada temporada, tres de los nueve. Atrás sólo permanecen dos profesionales, Juande y Javi Jiménez, y arriba únicamente ha continuado Chavarría, que estaba en la rampa de salida y cuya situación ha variado hace pocos días. Pero entre una y otra línea se optó por la continuidad de Luis Muñoz, Jozabed, Ramón y Febas. La cifra se ampliaba a media docena porque además Pablo Guede prefiere –o prefería, que está por ver– a Escassi y Genaro en la medular, y no tanto en la defensa (de ahí la llegada de Burgos, Bustinza y Ramalho).

De aquella intención de jugar con la pareja Ramón-Jozabed o similar no queda ni rastro

Hasta hace no tanto estaba descartada la opción de reforzar el centro del campo, como lo prueba el hecho de que en un momento puntual de la pretemporada incluso se atisbara la posibilidad de apostar por una pareja de futbolistas creativos. No obstante, de aquella intención de jugar en el corazón del equipo con la pareja Ramón-Jozabed o similar no queda ni rastro. Los últimos partidos de la pretemporada no resultaron convincentes y tanto en el amistoso contra el Al Nasr saudí en el Marbella Football Center como frente al Granada en el Nuevo Los Cármenes el equipo mostró demasiada debilidad en la medular, sin la contención necesaria para evitar las transiciones de sus adversarios.

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Sin dique de contención

El diagnóstico se constató en la jornada inaugural, en Burgos, y ya no quedó la más mínima duda tras la paupérrima imagen en La Rosaleda contra Las Palmas. El dique de contención no existía y es cierto que el equipo sufrió en ambos encuentros con los sistemas elegidos, pero tampoco los futbolistas que debían sostener al equipo convencieron. En El Plantío el medio defensivo titular, Escassi, fue sustituido en el minuto 63; contra el cuadro grancanario, Genaro fue reemplazado en el 69.

La primera solución, extraña dada la filosofía futbolística de Guede, fue apostar por un 'doble pivote' en la visita al Mirandés, con Escassi y Genaro como pareja por delante de la defensa. Ni con ambos juntos ni luego cuando se quedó solo Escassi (la lesión de Ramalho obligó a retrasar a Genaro) el Málaga dejó de sufrir cada vez que el modesto rival superaba la divisoria. La única fórmula solvente para defender se produjo con la posesión de la pelota, tanto en los últimos veinte minutos de la primera mitad como en el arranque de la segunda.

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Al final se ha optado por una decisión inesperada: incorporar a un medio defensivo. Entre los técnicos son conscientes de que el Málaga tiene mucha pegada (en esta faceta se encuentra entre los mejores de la categoría), pero la experiencia dicta que para asentarse entre los mejores y aspirar al ascenso se requiere contar con un bloque compacto, que sea muy solvente en defensa y que conceda pocas ocasiones. Porque con tanta calidad arriba sólo así es factible ganar partidos en que la brillantez del juego y las oportunidades creadas casi brillen por su ausencia.

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