Tempus fugit', 'el tiempo vuela' que dijo Virgilio, pero puede comprobar cualquier mortal. Te descuidas, y tus ídolos peinan canas. Los años no pasan en balde. Tampoco para los futbolistas. Citas como la de ayer en La Rosaleda se encargan de recordar cómo la preparación física es vital en el deporte de alta competicion y cómo también muchos de los exprofesionales optan por el camino de una vida menos sacrificada (al menos en cuanto a la alimentación) que la que tuvieron en su día a día de futbolistas.
Publicidad
'Tempus fugit', pero en estos casos no hay muchos grises en la paleta de colores, y aún hay representantes de la estirpe de los 'futbolistas pincel'. Carlos Martínez, Movilla, De los Santos, Valcarce, Fernando Sanz, Juan Rodríguez, Camacho, Jesús Gámez, nos hicieron pensar a más de uno que no se han retirado aún y generaron nostalgia, mucha nostalgia en estos tiempos de Primera RFEF. Ver cómo un Gerardo infatigable de pelo blanco (otrora titular en una final de Champions) se la cedía de tacón a Catanha para que definiera de forma sutil y volvieran a volar las gaviotas en el feudo de Martiricos...
Muchas generaciones de aficionados malaguistas han crecido en torno a la gloriosa etapa del Málaga de Peiró. Y nunca se habían juntado para deleitar en La Rosaleda tras su retirada. Era una ocasión histórica, y aun así se echó en falta más ambiente en La Rosaleda: 8.186 espectadores para un partido que reunía a un elenco de jugadores en su mayoría con más de un centenar de partidos en Primera.
Sobre el césped los dos mejores porteros de este siglo en el cuadro de Martiricos (Contreras y Caballero); el centro del campo casi al completo de la primera campaña del Málaga en Primera en este siglo, con Rufete, Movilla y De los Santos (¿y qué fue de Agostinho?); comprobar que el perímetro del abdomen de Diego Tristán le permite cruzar de frente (pero no muy sobrado) el nuevo arco que conduce a los vestuarios; ver entrar simultáneamente a dos '24' al campo, porque uno era el de Catanha; pellizcarse para corroborar que Roteta sigue centrando con comba y tensión cerca de la línea de fondo; que Sandro no ha perdido tacto con la pelota; el 'show' de Kameni, uno de los porteros (futbolistas en general) que mejor sabe ganarse a las multitudes, el que menos tiempo llevaba retirado de todos los presentes; que Musampa está irreconocible sin melena y se le ha ido la fuerza sin ella, o el lujo de ver de nuevo de negro y en pantalón corto a don Antonio Martin Navarrete, en estos tiempos de VAR mediante.
Quedaba media hora de partido y salieron al campo de una tacada siete jugadores de la etapa de la Champions: Caballero, Jesús Gámez, Weligton, Camacho, Duda, Baptista y Van Nistelrooy, más Salva, y que se unieron a Fernando Sanz, Valcarce y Gerardo, la sorpresa de la noche. A más de uno se le saltaron las lágrimas ante tantas toneladas de calidad, 'gol fantasma' de Duda de falta incluido.
Publicidad
El partido terminó (2-2), tras un primer conato de final (en el minuto 85...) y Movilla, dura que dura, seguía corriendo; Catanha presionando a los centrales; Valcarce doblando al extremo y recuperando la posición, y la grada tirando de ironía: «¡José María, dimisión!»... Acabó el revival, y los malaguistas, que no se fueron de La Rosaleda sin hacer la ola, se disponen ya a sufrir con su presente: la administración judicial, el Castilla, los 'play-off', el deseo de regresar al fútbol profesional. Pero 'tempus fugit'...
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.