Calma tensa en el Málaga, que se reunió en familia para sus premios 'Siempre fuerte'

El Málaga celebró ayer martes la gala de la quinta edición de sus premios 'Siempre fuerte', una cita para reivindicar el espíritu de Pablo Ráez, el malagueño fallecido por leucemia en 2017 y que se convirtió en profeta prescriptor de la donación de médula y de afrontar con una sonrisa las adversidades.

El conjunto blanquiazul se reunió en familia en un acto organizado por la Fundación de la entidad y volcada en las empresas patrocinadoras que se celebró el auditorio del Museo Picasso. El evento se convirtió en un día grande para el club a nivel interno en los últimos años y congregó a todos los protagonistas de la complicada situación deportiva que atraviesa el equipo en la Liga, amenazado por el descenso.

El ambiente festivo no ocultó la calma tensa que se vive en el club a la espera de nuevas decisiones para revertir la situación. Asistieron al acto el entrenador, Natxo González, en la cuerda floja, los capitanes del equipo Lombán, Escassi y Luis Muñoz, y la dirección deportiva liderada por Manolo Gaspar.

Esta última llegó al final y no coincidió con los jugadores y el técnico en la entrada ni en el 'photocall'. A preguntas de este periódico, los protagonistas evitaron ofrecer declaraciones, asumieron la delicada situación e intentaron transmitir tranquilidad, porque aún quedan seis puntos de ventaja sobre el descenso y dependen de ellos mismos.

Entre los invitados, inquietud y expectación por ver el siguiente paso del club. La coyuntura no empañó la ceremonia de premios. Se reconocieron a Sarah Almagro, subcampeona mundial de surf adaptado; el cómico y actor Dani Rovira, quien llegó a ser un apoyo del propio Pablo Ráez, y las entidades sociales Fundación César Ramírez Bisturí Solidario, INPAVI y Debra-Piel de Mariposa.

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