Luis Muñoz, en el último partido disputado por el Málaga, frente al Zaragoza en La Rosaleda el día 8. ÑITO SALAS

El fútbol español ya se prepara para jugar a puerta cerrada si al final se reanuda la Liga

En un escenario en el que nadie se atreve a predecir la fecha de vuelta a la competición, los clubes como el Málaga necesitan asegurar el ingreso por los derechos televisivos

Lunes, 23 de marzo 2020, 01:08

Mientras prosiguen el confinamiento y la actividad parada en casi todos los sectores, el fútbol aguarda con impaciencia el final del coronavirus. O al menos el control de la pandemia en cada país. A medida que pasan los días, crece la incertidumbre en los clubes sobre la reanudación de la Liga y, en particular, si será factible hacerlo sin el más mínimo riesgo. Y de ser así, cuándo y cómo se podrán disputar las jornadas restantes. De momento el escenario que ya se maneja es la celebración de los encuentros a puerta cerrada, con lo que en parte se podrían 'salvar los muebles' desde el punto de vista económico. El Málaga no es ajeno a esta situación y ya tiene asumido que varios de los encuentros previstos en casa –conviene repetirlo, si se dan las circunstancias para volver a la competición– serán sin público y, como consecuencia, con la consiguiente pérdida de ingresos.

Publicidad

El fútbol no es sólo un motor de sensaciones. Desde el punto de vista económico se mueve mucho dinero en torno al rendimiento de los jugadores y a la marcha de los equipos. De ahí que, dentro del clima de preocupación general por la propagación del coronavirus –y en España por la escalada de fallecidos y contagiados–, las empresas que lucen el nombre de los distintos clubes también valoren la situación creada y muestren su temor a un desplome de sus ingresos y a un balance claramente negativo al término del presente ejercicio. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ejerce de portavoz permanente con el fin de atemperar los ánimos de los dirigentes de los distintos conjuntos implicados. Ha descartado reiteradamente que no vayan a disputarse las jornadas restantes en cada competición, máxime tras la obligada decisión de la UEFA de posponer hasta el año que viene la celebración de la Eurocopa, pero el planteamiento de hace una semana, el que manejaban clubes y jugadores, ya no sirve. Pasaba por un regreso a los entrenamientos a mediados de abril para reanudar la competición el primer fin de semana de mayo. Pero ahora, con los últimos efectos del COVID-19 y, sobre todo, la imposibilidad de predecir cuándo se alcanzará el pico de contagios y muertes por el coronavirus, ese escenario ya no está ni mucho menos garantizado.

Máximas garantías

Los principales actores, los jugadores, van a exigir las máximas garantías para volver a competir. Entre otras razones, porque el fútbol no paró a tiempo y eso ha generado positivos en distintos clubes. Estos, por su parte, necesitan que los campeonatos se reanuden –y cuanto antes, mejor– porque así se asegurarían los ingresos por los derechos televisivos, el auténtico salvavidas. Todo lo que no sea volver a la competición supondría una ruina porque equivaldría a perder más de un 25 por ciento de esa partida. Ni qué decir que afectaría a todos los equipos (cada uno según su estatus) y dejaría a los más modestos o a aquellos que, como el Málaga, están al límite en liquidez en una situación muy precaria.

A ello habría que añadir otros conceptos, como la venta de entradas, la publicidad estática o los ingresos por 'merchandising' Y ahí los clubes están más preocupados, porque de una parte entienden que la Liga se reanudará, pero por otra ya se preparan para un escenario que contempla la celebración de los encuentros a puerta cerrada. El control de la pandemia dictaminará si será únicamente en los primeros encuentros (conviene recordar que en Primera y Segunda quedan once jornadas), aunque las presumibles apreturas del calendario tampoco van a permitir excesivo margen de maniobra.

Si finalmente fuera necesario disputar dos jornadas por semana –como así se presume–, se entiende que sólo se abrirán las puertas de los estadios si las autoridades sanitarias entienden que, llegado ese momento, existe riesgo cero de contagio hasta final de junio. O en caso extremo de que se alcance un acuerdo para jugar en julio, una o dos semanas más tarde. Y ahí los clubes, incluido el Málaga, sí se verían afectados en otros ingresos, como la venta de entradas, el merchandising (porque las tiendas permanecerían cerradas) y la publicidad estática. Sin embargo, no tendrían el impacto de la pérdida de los miles o millones de euros garantizados por los derechos televisivos. De ahí que la prioridad sea volver a competir, aunque haya que hacerlo a puerta cerrada. Eso sí, nadie se atreve a hacer pronósticos sobre la fecha...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad