Pedro Ruz, la viuda de Puche (Alenay) y Eduardo Barrero, en la entrada a la capilla del cementerio. MIGUE FERNÁNDEZ

Los amigos y compañeros despiden a Fernando Puche en un ambiente íntimo

Sendas coronas de flores de LaLiga y de los 'Peiro's Boys' acompañaron al féretro del expresidente del Málaga en el sepelio en Parcemasa, con muchos de los empleados y consejeros de su etapa al frente del club de Martiricos

Domingo, 15 de septiembre 2024, 19:49

Fue un último adiós relativamente íntimo, quizás como hubiera deseado Fernando Puche, que nunca quiso tampoco homenajes especiales en vida. Quizás por ello también se rechazó desde su entorno una capilla ardiente instalada en La Rosaleda. El que fuera presidente del Málaga entre 1997 y 2001, que falleció este sábado, uno de los mejores mandamases del club en toda su historia, si no el mejor, fue despedido por sus allegados en Parcemasa durante la mañana y primera hora de la tarde de este domingo.

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«La diferencia con los demás es la valentía. No he conocido a una persona más valiente que él, siempre con su cautela. En todo lo que se metía era la valentía por delante. Nunca vio nada imposible. De hecho, consiguió muchas cosas partiendo desde cero», comentó a este periódico Pedro Martín Graciani, quizás una de las personas que mejor conoció a Puche, su mano derecha en tres décadas tanto en el Málaga (donde fue vicepresidente), como en la empresa consignataria de buques.

En la primera imagen y en el centro, uno de los hijos de Fernando Puche, a la entrada a la capilla; debajo, Pedro Martín Graciani, su mano derecha durante tres décadas; y abajo, Juan Carlos Pérez Frías y Javier Souviron. MIGUE FERNÁNDEZ

También acudieron a la cita Pedro Ruz, otro de los hombres de confianza de Puche, que declinó hablar en público de él por una promesa personal con el expresidente, y Juan José Bandera, que ejerció como tesorero en el Málaga en los 90: «Ha sido la persona más seria que te puedes encontrar como empresario, presidente o amigo. Como jefe siempre quiso lo mejor para la empresa y que todo el mundo hiciera su trabajo bien. Nunca tuvimos problemas con él. Sólo puedo hablar bien de él».

En cuanto a la representación del Málaga actual, se pudo ver a los consejeros Francisco Martín Aguilar, Manuel Hernández Navarrete y José Antonio Ruiz Guerra, que ya estaba en el club en la etapa de Puche, y que se queda con su inteligencia para los negocios: «Era un hombre muy intuitivo, con un corazón tremendo, muy agradecido y que tenía claro que lo primero era el Málaga. Cuando llegó puso al Málaga por delante. Fui testigo de alguno de los líos con Asensio, porque a veces los intereses no eran los mismos, pero era el alma máter del grupo».

«Era un hombre muy intuitivo, con un corazón tremendo, muy agradecido y que tenía claro que lo primero era el Málaga«

José Antonio Ruiz Guerra

Consejero del Málaga

Como muchos miles de aficionados que acudieron el sábado al estadio de Martiricos, Ruiz Guerra, todo un veterano en el palco, se quedó sorprendido por lo vivido en el minuto de silencio: «Nunca había visto tal aplauso. Es de lo más bonito que yo he vivido en La Rosaleda».

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El administrador judicial del Málaga, José María Muñoz, no pudo acudir a la despedida, por una fuerta gastroenteritis que necesitó incluso una hospitalización, y el director general, Kike Pérez, estaba en Vitoria. Acudió la responsable de protocolo, Ana María Romero, que acompañó a su antecesora, María Urda, otra de las personas que trabajó con Puche. El Málaga tiene previsto en los próximos días un acto de recuerdo a su figura.

Entre la plantilla malaguista en la etapa de Puche, no hubo mucha presencia en Parcemasa, pero hubo quienes se despidieron del dirigente en sus últimos días de vida, conocedores de su empeoramiento de salud. En todo caso, en la sala del tanatorio y en la capilla acompañaron al féretro una corona de los conocidos como 'Peiro's boys', el grupo de WhatsApp de esa etapa.

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«La diferencia de Puche con los demás era la valentía. Nunca vio nada imposible. De hecho, consiguió muchas cosas partiendo desde cero»

Pedro Martín Graciani

Ex vicepresidente del Málaga y tres décadas mano derecha de Puche

«Siempre le recordaré como nuestro presidente, porque nos trató sin marcar distancias, como un hombre conocedor de las dificultades de la vida y con la ambición de querer llegar a lo más alto y de querer hacer una familia de nuestra plantilla», dijo en unas palabras muy cariñosas Javier Souviron, fisioterapeuta del equipo, que estuvo acompañado por el médico entonces y hasta hace pocos meses, Juan Carlos Pérez Frías: «No marcaba diferencias. Te sentías de igual a igual con él. Te escuchaba y te hacía caso y, después, lo que habías hablado se hacía. Eso hoy en día es muy difícil».

Miguel Carmona, otro de sus más afines, pues trabajó junto a Puche en su etapa presidencial, comentó: «Con él tuvimos un equipo ejemlar, que dio la cara y entusiasmó a la afición, y Fernando era extraordinario como persona, pero había que conocerla. Era íntegro, trabajador y de la nada logró llegar a una posición muy importante».

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