La llegada de dos extremos, ¿vuelta a la normalidad para varios jugadores?

Las llegadas de Appiah y Lago Junior se esperan como agua de mayo para tener el doble de alternativas en ataque, pero esto también acarreará cambios para varios jugadores malaguistas, que se verán condicionados con la nueva competencia. Habrá cambios de rol en algunos jugadores, que en el mejor de los casos supondrá volver a centrarse en su posición original.

En los últimos meses han sido múltiples los futbolistas que han ido pasando y probando por los flancos del equipo blanquiazul ante la carencia de piezas para esa demarcación, un problema acrecentado por las numerosas lesiones. Por estos motivos ha venido siendo uno de los grandes quebraderos de cabeza para los técnicos al elaborar sus alineaciones, fruto de un claro error de la planificación deportiva.

Y en ese experimento continuo en busca de resultados han sido varios los nombres que se han reconvertido y han terminado consolidándose en esas posiciones. Son los casos de Febas, Fran Villalba o Chavarría, que se han desempeñado en las bandas en varias ocasiones con cierto éxito, pero que con la llegada de la nueva competencia –que tendrá que demostrar también luego su nivel– verán cómo vuelve a transformarse su función en el equipo.

Incluso en un escenario de gran rendimiento de los nuevos fichajes pueden ser recolocados otros perfiles como el de Álex Gallar, que si bien es considerado extremo también tiende a jugar por dentro y puede ser en un momento dado segundo delantero o medio punta. Aunque estas posiciones pasarán a estar muy pobladas si también dejan de ser recurrentes en las bandas Febas o Fran Villalba, a los que en múltiples ocasiones se les ha visto jugando ahí, sobre todo a Febas por la banda izquierda.

Todo esto supondría un bendito problema para Pepe Mel y su cuerpo técnico, que con apenas un par de piezas nuevas que sean capaces de ofrecer fiabilidad pasarán a tener una plantilla mucho más potente y compensada para afrontar diferentes planes de partido. Sin embargo, también puede ser un inconveniente a la hora de gestionar el grupo y los minutos de juego a repartir, que, si todo sale como está previsto, serán más caros de conseguir que hasta ahora, cuando la necesidad ha mandado más que la preferencia del entrenador.

Esta circunstancia también afectará a los canteranos que han venido gozando de protagonismo y ahora verán reducida su pista de aterrizaje en el primer equipo por la afluencia de efectivos. Es decir, será más complicado jugar para filiales como Cristian, Issa Fomba o Juanma, que han venido siendo protagonistas en la dinámica profesional recientemente (también lo fue Haitam antes de lesionarse de gravedad).

Está por comprobar también si estos nuevos fichajes incluso no acaban repercutiendo en la salida de otros jugadores que corren el riesgo de verse demasiado relegados por la acumulación de perfiles en posiciones interiores. Si Appiah y Lago Junior logran el objetivo de establecerse como habituales en el once titular, la competencia en otras zonas del terreno de juego será muy intensa por la cantidad de jugadores con un corte parecido.

Salta a la vista en este sentido la situación de Fran Sol, que se ha quedado sin sitio en numerosas ocasiones ante la preferencia de Pepe Mel de jugar con FRan Villalba como segundo delantero para acompañar a Rubén Castro o incluso apostar por el canterano Loren antes que por él. Puede que no sea el único caso comprometido. Lo que está claro es que con los nuevos refuerzos al menos subirá la exigencia y habrá cambios.