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El Málaga está muy cerca de anunciar a su nuevo entrenador tras despedir a José Alberto. En el vestuario, los jugadores se preparan para presentarse ante el nuevo jefe en el banquillo. Con la llegada de otro técnico se esperan cambios y entre los futbolistas ... se reparten sensaciones de esperanza y de inquietud. Para unos significa una nueva oportunidad de convencer para tener más minutos y otros temen perder su estatus.
De entrada, el equipo en general se verá recompensado porque la idea de todos es intentar agradar al nuevo cuerpo técnico y la intensidad subirá de forma natural. Esta es una dinámica estudiada por la dirección deportiva, que espera que con los próximos partidos fuera de casa se recuperen buenas sensaciones antes de volver a jugar en La Rosaleda ante uno de los más fuerte del torneo, el Almería. La primera vez después del batacazo ante el Ibiza.
Sin duda se prevé un aumento de la competitividad ante la ocasión de mejorar o defender lo labrado en los últimos meses. A partir de ahí resaltan varios casos llamativos de jugadores a los que le cambia especialmente su coyuntura con un nuevo responsable de configurar el once titular. De apenas contar a poder volver a disfrutar de otra oportunidad para demostrar que sí puede aportar.
Como en el caso de Antoñín, quien su insuficiente rendimiento hasta el momento llevó al club y al jugador a un desencuentro que terminó con el atacante buscando opciones para salir. Una de las discusiones principales, además de la llegada de más competencia como Vadillo, era la falta de confianza de José Alberto sobre él, que nada más le había permitido jugar un partido completo.
Con la salida del técnico asturiano es evidente que la situación se ve condicionada, aunque todavía es pronto para conocer una decisión en este caso porque el mercado de fichajes sigue abierto. Lo único cierto es que Antoñín se ha vuelto a integrar en el grupo, donde cuenta con apoyos, y desde la entidad no tienen más noticias por parte del entorno del futbolista para acabar marchándose. Se abre la opción de una reconciliación.
Aunque dependerá también de la opinión del entrenador entrante. Por lo que serán unas primeras horas muy intensas las del técnico que ocupe la vacante del banquillo malaguista en los próximos días. Además de la cuestión de Antoñín, el cierre del mercado está cada vez más cerca y el tiempo corre en la búsqueda de nuevos refuerzos para dotar de mayor pegada y contención al equipo.
También tendrá que tomar parte en otros debates abiertos en torno al equipo, como son el sistema táctico, su nueva idea de juego o también su preferencia en la gestión de la portería, donde Dani Martín ha quedado señalado tras el partido contra el Ibiza, donde recibió cinco tantos y uno de ellos de manera cuestionable. El guardameta cedido por el Betis se convirtió en diana de las críticas, en parte también por su vinculación con el anterior técnico.
José Alberto, que tuvo a Dani Martín en el Sporting, defendió su titularidad desde que el portero estuvo en condiciones de competir a principios de temporada y no dio opción a Dani Barrio. Después de que el Málaga haya recibido 16 goles en los últimos siete partidos (poco más de dos tantos por encuentro), Dani Martín está en una situación comprometida por mucho que su potencial o proyección sea mayor. Como estas son varias las incógnitas mientras se espera la llegada de un nuevo entrenador.
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