El Málaga cierra su plantilla con el fichaje de Manu Molina

El acuerdo fue anunciado por el Málaga veinte minutos antes que se terminase la ventana de traspasos y describió a Manu Molina como «un medio centro con criterio, buena visión de juego y calidad en el pase». Viene con galones y para ser importante en el equipo gracias a su dilatada experiencia, lo que contrastará con un amplio grupo de jóvenes que todavía están empezando sus carreras. Llega para aportar el grado de veteranía que estaba demandando el entrenador, Pellicer. Una oportunidad que no dejaron pasar en el Málaga aunque su prioridad era firmar a un extremo. El favorito era Franchu, pero rechazó la propuesta blanquiazul para irse a una liga extranjera (apunta a Hungría).

Manu Molina se formó en las categorías inferiores del Espanyol, llegando a debutar con 18 años con el primer equipo perico en Primera, en la temporada 10-11 y logrando participar en siete encuentros en total. Al curso siguiente recaló en el Huesca, en Segunda. Pero no terminó de encajar, algo que sí hizo en el filial del Valencia, donde estuvo entre 2012 y 2014, y disputó 71 partidos y anotó 13 goles en la antigua Segunda B. Estos números le llevaron de vuelta a Segunda.

En 2014 se incorporó al Recreativo de Huelva, con el que vivió un descenso de Segunda. Estuvo allí dos años antes de acumular nuevas experiencias más cortas ya en Segunda B. Jugó para el Lleida, el Salamanca, la Balompédica Linense y el Ibiza, con el que logró ascender a Segunda en la temporada 20-21. Su buen año en la división de plata después le llevó al Zaragoza, donde participó en 25 partidos, 14 como titular. Manu Molina se hace con la última ficha que quedaba disponible en el equipo después de que el club también ascendiese ayer a Moussa al primer equipo.