Incorporaciones, no refuerzos, en el Málaga

El debate está servido y es doble. Hace unos días, conforme se cerró el mercado de invierno, se cuestionó si el Málaga se había quedado corto en este recurso para corregir desequilibrios, pues varias demarcaciones muy discutidas se quedaron sin incorporaciones, y a día de hoy existe otro más importante: los dos jugadores que han llegado merecen más la consideración de 'incorporaciones' que la de 'refuerzos'.

Vadillo no ha jugado más de media hora seguida en ningún partido oficial esta temporada. Pese a los méritos de su carrera, con cuatro ascensos a la élite, 115 partidos en Primera y 66 en Segunda, lo cierto es que aún no se ha convertido en un fijo en los planes del Málaga. Ha participado en tres de los cinco encuentros celebrados desde que llegó al cuadro de La Rosaleda, y uno se lo perdió por una tendinitis en el rotuliano de una pierna, que puede ser que le esté mermando a la hora de encontrarse en su mejor tono físico, lo que sin duda sopesará su entrenador.

El gaditano sólo había jugado seis minutos en la Liga con el Espanyol en la primera mitad de temporada, y quizás ahora le esté pasando factura la inactividad, una de las taras principales que implica hacer incorporaciones en el mercado de invierno. El caso es que Vadillo no estuvo entre los escogidos por Natxo González para tratar de levantar el resultado el sábado, y teniendo en cuenta que no se agotó el cupo de sustituciones (hubo cuatro).

Tampoco fue elegido Febas. En su caso ha disputado más minutos que Vadillo con el Málaga. Totaliza 239, que superan los 115 disfrutados con el Mallorca en la primera vuelta (también jugó 165 en la Copa del Rey). Sorprende que no jugara ante el Almería cuando ya fue uno de los habituales con Natxo González en su etapa al frente del Zaragoza. De hecho, era el único integrante de la plantilla que había estado a las órdenes del vitoriano antes.

La ausencia de Febas coincide con un momento bajo de Ramón, que tuvo una excelente actuación ante el Sporting, pero posteriormente ha estado a un nivel bajo en sus actuaciones posteriores. En el caso del ilerdense, se da la paradoja de que jugó de titular en Anduva cuando no estaba el 'pivote' titular, Escassi, y su presencia no equilibraba tanto el eje del centro del campo a nivel defensivo, mientras que la vuelta del capitán le ha dejado fuera, cuando podrían ser dos jugadores muy complementarios.

El resultado es que en un mercado de enero en el que se prescindió de Calero y se trajo cedidos a Vadillo y Febas (este, con una opción de compra) en los primeros días, pero sin más movimientos en el resto del mes, aun con un remanente económico, los 'fichajes' no están jugando lo que se esperaba y el déficit en posiciones clave no se ha corregido: como la de central, con sólo tres especialistas, si no se recoloca a Escassi, el único especialista ahora (con Genaro lesionado) como medio centro defensivo, y sin un 'nueve' en condiciones físicas óptimas entre los dos con los que se contaba (Sekou y Chavarría) en el diseño inicial de la plantilla.