Jairo: «Estoy en el mejor momento de mis dos últimos años, pero no me conformo»

Como él mismo valora, sufrió «una de las peores lesiones que un futbolista puede tener». Esta fue la rotura los ligamentos cruzado, posterior y anterior a la misma vez. Tras demasiado tiempo viviendo la parte más oscura, el veloz extremo ha conseguido ver la luz en la Costa del Sol. Le ha costado gran parte de la temporada, pero ha explotado en un momento muy oportuno del curso. Con un año más de contrato con el Málaga, Jairo disfruta de la estabilidad que tanto buscaba tras una carrera con varios cambios desde que se apareció con tan sólo 18 años en Primera con el Racing en 2011.

-¿Cómo lleva ser uno de los jugadores del momento? Desde hace unas semanas no para de recibir reconocimientos.

-Por suerte, ya llevo mucho tiempo como profesional y siempre intento mantenerme en un punto de equilibrio cuando las cosas van bien o mal. Lógicamente, ahora estoy seguramente en el mejor de los dos últimos años, por lo que es cierto que estoy muy feliz. Al equipo también le están saliendo los resultados y eso hace que se me visibilice más. Pero no me conformo con unos partidos buenos. Quiero seguir esta dinámica por el equipo y por mí mismo.

-Ya le tocaba después de dos años en el ostracismo tras una grave lesión...

-Con una lesión tan grave lleva su tiempo recuperar el nivel. A día de hoy sólo recuerdo cosas positivas. Aquello me ayudó a valorar cosas que no se suelen ver cuando se está sano, como puede ser simplemente poder entrenarte cada día. Por suerte, puedo decir que sigo dedicándome al fútbol al máximo nivel en un sitio como Málaga.

-Tuvo que esperar porque durante un poco más de la mitad de la temporada ha sido suplente. Supongo que no ha sido fácil ese proceso...

-Rahmani y Joaquín también tuvieron momentos de un nivel muy alto y tampoco era fácil para el entrenador; se decidía por ellos y ya está. Tampoco hay que darle más vueltas. Hay que entender que cuando los compañeros están mejor se debe seguir esperando la oportunidad, y no es fácil ir entrando y saliendo del once. Pero esto va de momentos y ahora ya me ha tocado a mí tener continuidad.

-Ha podido conseguir el objetivo que se imaginó cuando fichó por el Málaga, club que, por otra parte, no habría podido contratarle si no hubiera sido por su situación sin equipo y tras un largo periodo de inactividad.

-A las dos partes nos convenía juntarnos, más allá de que el Málaga en sí es un equipo grande; un escaparate principal a nivel de historia y repercusión, con respeto y sin menospreciar a otros clubes de Segunda. Ellos también sabían de mi trayectoria y lo que podía dar. En parte, una de las cosas que más me gustó de la idea de venir al Málaga era el hecho de que el club estaba en un proceso de volver a empezar y construir, que es como estaba yo con mi carrera como futbolista. En general, pienso que es algo que ha ayudado mucho a que tengamos un gran grupo el hecho de perseguir el bien común, conscientes de que eso beneficia al nuestro propio. Creo que ha sido la principal fuerza.

-Recuerdo que su fichaje por el Málaga tuvo varias etapas y se dilató, ¿cómo fue la negociación? ¿Algún amigo que pasó por el club le aconsejó?

-La primera toma de contacto fue al terminar la Liga pasada, pero yo quise esperar un poco porque aún estaba todo en el aire. Pero después, cuando casi al final del mercado retomamos las negociaciones, sí fue una cosa muy rápida. Hablé con Koné, con quién tengo muy buena relación desde hace muchos años cuando jugamos juntos en el Racing. Me habló muy bien de la gente del club y de las condiciones de la ciudad, y fue una opinión muy importante. Me dijo que iba a estar a gusto y no se equivocó. Me apetecía volver a España y estar asentado. Por eso firmé un contrato por dos años, que el Málaga vio bien. Mi día a día es increíble porque además tenemos un gran vestuario. Lo malo es que no tenemos mucho contacto con otra gente por la pandemia. A ver si nos podemos vacunar ya todos y esto pasa pronto.

-Desde muchas partes del club se repite el buen ambiente que impera en el equipo. Por eso, además de los fundamentales resultados deportivos, el Málaga pretende mantener el máximo número de los jugadores que han funcionado y que acaban contrato este año. ¿Nota que hay predisposición por parte de estos compañeros a poner de su parte para quedarse?

-Sinceramente te digo que sí. No puedo decir nombres, pero sé que todos están muy a gusto. Es cierto que algunos cedidos tienen aún un año de contrato más con sus clubes de origen y otros que acaban contrato, pero están contentos porque las cosas les están yendo bien y además están viviendo un gran ambiente. Y eso para un jugador es superimportante. Estoy casi seguro de que muchos estarían encantados de quedarse aquí. Lógicamente, luego cada uno es un caso distinto.

-Otro pendiente de renovar es el entrenador, Sergio Pellicer. ¿Le parece raro que aún no se le haya ofrecido una propuesta?

-Todo el mundo sabe del club que aún no sabe cómo estará el año que viene. Parece que hay una estabilidad y entiendo que a algunos les pueda parecer raro que Pellicer aún no haya renovado, pero yo puedo decir que la relación de Manolo Gaspar (director deportivo) con el míster es muy buena. Quizás lo tengan apalabrado ya y estén esperando alguna nueva circunstancia. Es una cosa en la que no tengo que entrar. Lo que tengo entendido es que todas las partes están encantadas y terminarán entendiéndose. O ya se han entendido y esperan aún para anunciarlo.

-Nadie parece ser imprescindible en ningún sitio, ¿pero cree que es fundamental la continuidad de Pellicer?

-Los resultados están ahí. Desde que cogió el equipo lo ha sacado adelante después de todas las cosas malas que han surgido. Ha logrado el objetivo a falta de ocho jornadas, porque está prácticamente cumplido, y por tanto creo que ha hecho méritos para estar aquí y seguir. Seguramente así acabe siéndolo.

-Ha demostrado también ser un gran gestor de grupo. ¿Lo cree así también usted estando dentro?

-Si, aunque creo que nosotros también se lo hemos puesto muy fácil a él en ciertos aspectos. El tema de que no haya tantas fichas, en cuanto al tema de los egos, es un poco más fácil de gestionar. Pero es cierto que ha tenido a todo el mundo enchufado y nadie se ha relajado. Ha sido algo clave para esta temporada.

-Perdió el Rayo y se mantiene la distancia del Málaga con los 'play-off' (siete puntos). ¿Es una razón más para soñar con luchar por el ascenso después de todo?

-Yo soy de los que no quiere mirar más allá del siguiente partido. A mí me gusta competir y ganar siempre; entonces, por mucho que estemos salvados, voy a dar el máximo. Y esa creo que es la mejor forma de afrontar los próximos partidos. Cuando queden cuatro partidos veremos a qué distancia estamos de la sexta plaza. Pienso que podría ser contraproducente pensar muy lejos porque es un objetivo difícil. Pero lógicamente vamos a pelear por todo. Lo primero es jugar contra Las Palmas, y ya iremos viendo.

-Es un partido especial para usted porque formó parte del conjunto canario en 2018. ¿Qué sensaciones tiene?

-Estuve poco tiempo. Me sentí a gusto aunque no fue una situación fácil por cómo estaba el equipo. Siempre es especial volver a un sitio donde estuve bien. Tengo ganas de jugar el partido y reencontrarme con algunos excompañeros. No quedan muchos. No va a ser un encuentro fácil porque tienen un equipo con jugadores con mucha calidad y que en casa son fuertes. Vienen de empatar contra el Mallorca y de ganar por 6-1 al Lugo como locales. Es un equipo peligroso, pero si hacemos bien nuestro partido tenemos muchas opciones de ganar.

-Una última cuestión. Ya ha comenzado la fase de la competición donde no está permitido aplazar partidos por casos de covid-19, lo que, en el peor de los casos, podría provocar que equipos afectados puedan perder partidos por incomparecencia. Ante esto, el Málaga es uno de los más vulnerables. ¿Se han extremado las precauciones?

-A día de hoy hemos demostrado que hemos sido muy responsables, a pesar de que sabemos que te puede tocar aunque sea lo más prudente posible. Pero, claro, seguimos respetando todo el protocolo. Usar los vestuarios el menor tiempo posible, ducharnos en casa, estar con mascarilla siempre fuera del campo. Luego, a nivel personal nos alejamos de todo lo que puedan ser aglomeraciones o cosas así. Quedan seis semanas para el final de Liga y ya tendremos verano para poder disfrutar con un poco más de normalidad.