Esteban Burgos: «Sacamos un poco la cabeza; se ve otro equipo, otras sensaciones»

Sin embargo, ya empieza a cumplir con el rol para el que vino después de cuatro partidos seguidos jugando todos los minutos y siendo de lo más destacado en la zaga. Habla del frustrado inicio de curso con Guede y de un mejor control de la situación de Mel. Cree que el equipo aún está a tiempo de todo y espera que ya haya pasado lo peor de esta temporada.

–¿Cómo está?

–Contento de que el equipo ya esté mostrando otras pinceladas y el otro día logramos concretar las situaciones y volvimos al triunfo. Con optimismo, porque ya se ve que arranca la máquina.

–¿Y en particular?

–También contento porque venimos haciendo buenos partidos a nivel defensivo. Aunque hemos tenido fallos, en general salimos satisfechos porque no concedemos mucho. Estoy disfrutando cada partido y me siento cómodo.

–¿Se nota el efecto de la llegada de Pepe Mel?

–Su forma de jugar la tiene muy clara. Se están dando buenos resultados y la gente está cómoda con él. Cuando viene un míster nuevo se mueven el banquillo y la cantera. El que era titular ahora es suplente, y el que no jugaba ya sí lo hace y está mucho más motivado. Se está viendo eso.

–¿Qué ha cambiado con la salida de Guede y la llegada de Mel?

–Son distintas formas de trabajar. Hemos mejorado mucho la defensa, aunque también porque pudimos recuperar gente. Con Guede tuvimos mala suerte.

–No le pregunto quién es mejor o peor. Me refiero a cambios visibles a la hora de gestionar...

–Cada uno tiene su forma. Pablo estaba más metido en trabajar la presión sobre el rival y cómo ganar el partido contrarrestando la forma de jugar del contrario. Y Pepe no nos muestra ni siquiera al rival. Se centra en nosotros mismos, la posesión, la salida de balón y dos o tres detalles sobre la presión.

–Guede quería jugar por dentro y Mel no entiende su estilo sin los extremos...

–Mire lo que es el fútbol, que se arma toda una plantilla al gusto de Pablo y luego no se nos dan los resultados y viene Pepe, al que le gusta otro tipo de plantilla. Ahora Pepe tiene que adaptarse a lo que hay. Supongo que sería igual si hubiera sido al revés.

–¿Qué idea le gusta más?

–Creo que la idea de Guede no la pudimos plasmar. El juego de ahora me gusta y también cómo estamos trabajando. También porque está funcionando. Pero, bueno, lo importante es que ya sacamos un poco la cabeza y se ve otro equipo, otras sensaciones. Nos vino bien también que Rubén Castro se encontrase con el gol. Para nosotros es muy importante que nuestro delantero marque. Pueden hacerlo otros, pero necesitamos que el delantero esté motivado y sabemos el peligro que tienen jugadores como él o también Fran Sol.

–Sigamos por ahí. ¿Jugar para Rubén Castro le parece clave para revertir la situación?

–Una vez llega el balón a Rubén te das cuenta del peligro que tiene en el área. No es un tanque de dos metros, pero tiene mucho peligro. Sus números hablan solos. Sabemos que tenemos que defender bien y llevar la pelota arriba porque sabemos que las ocasiones de gol las va a generar. No sólo ya Rubén, porque en nuestra delantera tenemos bastante dinamita.

–¿Ha sido la victoria ante el Lugo una liberación?

–Sí, sirvió. Porque cuando el triunfo no llega y ves que el míster va probando cosas y no obtiene resultados es jodido. Que un club como el Málaga y una plantilla como la nuestra lleve diez partidos y una sola victoria era feo. Poder ganar y haber tenido buenas sensaciones es lo que más tranquilidad nos da. El otro día se nos vio mejor que el rival.

–¿Hay tiempo aún para todo?

–Sí, es verdad que hemos perdido muchas fechas, pero si ahora empezamos a ganar con poco más nos ponemos en mitad de tabla. Todos los equipos en Segunda tienen buenos y malos momentos, ojalá nuestro mal momento ya haya terminado. Ahora tiene que venir esa racha de cuatro o cinco victorias casi seguidas y volveremos arriba. Creo que queda tiempo para todo, pero lo más importante es que el equipo se vaya encontrando como ocurrió ante el Lugo.

–Me ha dicho antes que las lesiones han influido en los malos resultados. ¿Son algo más que mala suerte?

–Siempre pasa que cuando empiezan a darse lesiones se mira a los preparadores, pero yo no le encuentro mucho sentido. Mi lesión fue una jugada desafortunada, no porque estuviera con mucha carga. No sé cómo se soluciona. Ahora es verdad que los entrenamientos han cambiado. No son más tranquilos, pero sí más llevados a trabajar con el balón, las posesiones y ejercicios técnicos. Están bien los entrenamientos.

–Usted ya se ha olvidado de su lesión y ha recuperado su rol de líder de la defensa.

–Totalmente, me siento muy bien. Y el liderazgo es algo que se gana con el rendimiento.

–Ha congeniado con Escassi como pareja de centrales.

–Me tiene sorprendido porque sabía que había sido medio centro toda la vida. Pensaba que no iba a ser tan contundente en los duelos y ojalá podamos jugar muchos partidos juntos.

–Sobre las protestas de los aficionados, ¿es consciente de ellas y le afectan?

–No quiero sonar soberbio, pero si me tengo que poner a pensar en el apuro de la gente me vuelvo loco. Intentamos aislarnos dentro de que tampoco nos alejamos de la realidad. Sabemos que la afición quiere que ganemos. Entiendo su pasión, pero yo soy el más jodido si perdemos. Ojalá ganemos y disfrutemos porque, cuando el balón entra, también se callan algunos ruidos y seremos mucho más felices.