El empuje del malaguismo

«La afición es todo» (recalcó el expresidente Fernando Sanz), «la afición es el primer sustento» (Francisco Martín Aguilar), «si tira del carro y se cuenta con ella, cualquier reto es muy factible» (Federico Beltrán), «la afición es el motor» (Antonio Tapia), «la afición es el alma del club y del equipo (Weligton), «la afición es el gran valor que tiene el club» (Roteta)... La encuesta publicada ayer por SUR no dejaba la más mínima duda sobre el importante papel que tendrá la afición del Málaga en la aventura en Segunda. A estas alturas, con el club sin rumbo por la ausencia permanente de los propietarios, los seguidores blanquiazules tendrán un papel crucial y ayer quedó más que demostrado.

Desde primera hora de la mañana, cuando SUR lanzó en las redes sociales el ilusionante vídeo que invita a creer, la respuesta fue masiva. El momento es delicado y los aficionados son conscientes de ello. Y el juicio sumarísimo por la nefasta temporada probablemente se mantenga en los dos próximos partidos en La Rosaleda después de la situación vivida el pasado domingo frente a la Real Sociedad, pero el apoyo al equipo en el futuro parece garantizado. Antonio Hidalgo, el héroe del último ascenso (y artífice el año anterior de la permanencia en Segunda), puede quedarse tranquilo. El lunes, desde Chipre –donde ejerce de segundo entrenador del AEK Larnaca–, lanzó un mensaje contundente: «Ahora es cuando se ven los buenos aficionados». La respuesta es más que elocuente.

El dato más llamativo del impacto de la campaña de SUR se centra en las impresiones (personas a las que les llegó vía redes sociales), que ya se acercaban al medio millón (en concreto, 468.567) a las nueve de la noche. De ellas, 333.341 fueron vía Facebook y 95.226 en Twitter. En ambos casos SUR in English y SUR Deutsche Ausgabe se sumaron a @DiarioSUR y @SURDeporte a popularizarla también entre los aficionados extranjeros. Además, hubo otras 40.000 impresiones en Instagram.

Más de 46.000 personas vieron el vídeo, bien a través de las distintas plataformas de SUR en redes sociales como vía SUR.es. Asimismo, casi diez mil personas reaccionaron en redes sociales, bien comentado la campaña, dándole al 'me gusta' o compartiéndolo a sus amigos. Asimismo, más de 1.200 personas quisieron compartir la campaña en Facebook con sus amigos. Obviamente, todas estas cifras aumentarán durante la jornada de hoy dado que el vídeo se ha expandido por las diferentes redes sociales.

Distintos nombres del deporte malagueño se hicieron eco ayer de la campaña puesta en marcha por SUR, entre ellos los excapitanes Weligton y Jesús Gámez, este en la actualidad en el Newcastle, o el extremo zurdo Samu Castillejo, que siempre ejerce de malaguista. También se sumó desde Finlandia, donde se ha incorporado a entrenar hace dos semanas (precisamente hizo escala primero en Málaga), el exentrenador blanquiazul Ismael Díaz.

Dos grandes campeones del deporte malagueño también se hicieron eco de la iniciativa de este periódico. De un lado, la jugadora más importante en la historia del pádel, Carolina Navarro, y por otro, la gran esperanza del deporte malagueño para obtener medalla en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio dentro de dos años, el karateca torremolinense Damián Quintero. Igualmente, respaldó esta campaña el otro gran club de la provincia, el Unicaja, cuyos principales dirigentes –su presidente, Eduardo García, y su entrenador, Joan Plaza– ya desearon el pasado viernes un rápido regreso del Málaga a la máxima categoría. Ayer tampoco faltó en su apoyo el 'gran capitán' del equipo de baloncesto, Berni Rodríguez.

Distintos medios de difusión nacional, entre ellos programas de televisión y radio, también se hicieron eco de esta campaña 'El malaguismo no se para' con la que este periódico trata de concienciar aún más a los aficionados de la necesidad de mantener su apoyo al equipo en un momento tan delicado. «Si los malaguistas queremos, volveremos», sentenció el actor Antonio de la Torre, malaguista por los cuatro costados. Vista la repercusión del spot,el malaguismo quiere. Y mucho.