¿Qué equipos se salvaron de una situación parecida a la del Málaga?

Estos ejemplos del pasado arrojan además algo que supone todo un reto para la actual plantilla blanquiazul. Y es que, como mínimo, deberá ganar entre seis o siete partidos para conseguir la permanencia, cuando en lo que va de campaña sólo ha logrado cuatro triunfos. Aun así, con seis o siete victorias sería una salvación muy ajustada o incluso no aseguraría nada porque dependería también de cómo respondieran los rivales directos en esta carrera por la supervivencia en la categoría, que por el momento se ha reducido a cinco equipos (Ibiza, Lugo, Ponferradina y Racing además del Málaga). El siguiente grupo de la clasificación arranca con el Zaragoza, que es 17.º con 29 puntos, ocho más que el conjunto malaguista.

El antecedente más extremo en cuanto a permanencias en Segunda División en situaciones normales durante la última década (es decir, sin descensos administrativos de por medio) es el que protagonizó el Córdoba en la temporada 17-18. El conjunto verdiblanco llegó a la jornada 24.ª con apenas 19 puntos (el Málaga tiene ahora 21) y logró la salvación al lograr alcanzar los 51 puntos al final. Lo consiguió gracias a un balance de diez victorias, dos empates y seis derrotas en las últimas 18 jornadas. De aquella gesta quedaron dos nombres destacados: el entrenador Sandoval y el goleador Sergi Guardiola.

En aquella temporada el Córdoba llegó a tener hasta cuatro entrenadores. Empezó con Luis Carrión, actual técnico del Cartagena; luego pasaron Merino y Jorge Romero, entre las jornadas 11.ª y 26.ª, y a falta de 16 partidos se incorporó Sandoval, quien luego forjaría su leyenda como técnico revulsivo y con gran capacidad de grupo por su intensidad, cualidades que en proyectos a largo plazo no terminaron de cuajar. La directiva del Córdoba se arriesgó y tuvo premio. Desde la jornada 28.ª hicieron casi un pleno de victorias (10 en 15 partidos), algo que es muy difícil que se repita y que protagonizaron futbolistas como el malagueño Edu Ramos o el portero exmalaguista Kieszek.

Pero sobre todo destacó el delantero Guardiola, actualmente en el Valladolid, con 22 goles (8 en las últimas 15 jornadas). Desde aquel curso, el atacante dio el paso a jugar a Primera y allí sigue. Sus 22 goles no le valieron para el Pichichi porque tuvo por delante a Mata (33), De Tomás (24) y Borja Iglesias (22). Aquella fue una época de esplendor para delanteros goleadores que lideraban sus equipos, algo que se ha perdido los últimos años. En la vigente temporada el máximo anotador es Uzuni, del Granada, con 12.

Siguiendo con el viaje en el tiempo y considerando que el ejemplo del Córdoba es muy complejo de repetir por las victorias que consiguió (¿ven al Málaga actual ganando 10 partidos a partir de ahora?), nos encontramos con las permanencias del Cartagena en la temporada 20-21 y del Almería en la 15-16. La más reciente, del conjunto cartagenero, se fundamentó en un balance de seis victorias, siete empates y cinco derrotas en las últimas 18 jornadas. Aunque cabe precisar que tenía tres puntos más que el Málaga actual (24).

Aquella temporada la salvación fue más 'barata' y se cerró en 47 puntos (del Lugo). El Cartagena, que contaba con los ahora malaguistas Rubén Castro, Álex Gallar y Delmás, logró acabar 16.º con 49 puntos. Una situación muy similar a la acontecida en la campaña 15-16, cuando el Almería marcó la permanencia con 48 puntos. Llegó a la jornada 24.ª con apenas 22 puntos y consiguió quedarse un año más gracias a seis victorias, ocho empates y sólo cuatro derrotas. Todos eso en una temporada convulsa con hasta cinco entrenadores (Sergi Barjuán, el malagueño Miguel Rivera, Carrillo, Gorosito y Fernando Soriano).

Otro caso de éxito es el del Extremadura hace cuatro temporadas. Afrontaba su vuelta a la escena profesional y le costó adaptarse a la categoría. Por eso, al término de la jornada 24.ª sólo tenía 22 puntos (uno más que el Málaga ahora) y estaba en zona de descenso, también a cuatro de la salvación. Para colmo, el Huesca, entonces en Primera, le fichó a su máximo referente, el delantero Enric Gallego, la sensación de la categoría con 15 goles en 19 partidos. Tras esto el equipo estuvo a la deriva cuatro semanas más, hasta que a falta de 14 encuentros llegó al banquillo Manuel Mosquera.

El que había sido ídolo como jugador también lo iba a ser como entrenador al ayudar a conseguir una de las reacciones más impresionantes, similar a la del Córdoba. A partir de la jornada 29.ª el Extremadura se puso a ganar y logró 9 victorias en 14 partidos. Precisamente una fue en La Rosaleda frente al Málaga (1-2 en la jornada 34.ª) y motivó la destitución de Juan Ramón Muñiz como entrenador blanquiazul. Gracias a esa racha positiva, a la que sumó dos empates (sólo perdió tres partidos de los últimos 14), alcanzó los 53 puntos para quedar 13.º y certificar una remontada antológica.

Por último, en este repaso por la historia reciente de Segunda también nos encontramos con ejemplos muy negativos. El más dramático fue el del Deportivo, que descendió en la campaña 19-20 con 51 puntos y por tener peor diferencia de goles que la Ponferradina. El conjunto gallego tenía 24 puntos en la jornada 24ª, pero fue víctima de una de las permanencias más caras. Llegó a estar en una situación parecida el Oviedo ese curso, pero lo acabó solucionando con un balance de ocho triunfos, cinco empates y cinco derrotas en las últimas 18 jornadas.