Partido con un arranque muy prometedor y vibrante y, por tanto, de mucha intensidad por parte de ambos equipos. El gol tempranero del malaguista Joaquín permitió una buena dosis de serenidad al once blanquiazul y al propio choque. Esto le ayudó al colegiado vasco Sagués Oscoz para controlar sin mucha dificultad el encuentro pese a las deficiencias que muestra en la interpretación de las acciones en disputa de balón, lo que le provoca errores continuados, aunque sin incidencia grave en ninguno de ellos.

Publicidad

Lo positivo: Su experiencia quizás sea su mejor virtud. Atesora ya ocho temporadas en la categoría de plata del fútbol español y más de 160 partidos a sus espaldas. Además, posee una enorme serenidad y una buena condición física, faceta esta que le hace desenvolverse con mucha frescura, consiguiendo estar siempre muy cerca del desarrollo de las jugadas. Asimismo, se esforzó en no desentonar en el ritmo del partido tratando de transmitir seguridad en sus decisiones sin escatimar el diálogo con los profesionales. Finalmente, estuvieron muy bien sus dos asistentes.

Lo negativo: El partido no dejó excesivas jugadas complicadas ni polémicas, salvo el penalti que reclama Luis Muñoz con Trejo en el segundo periodo, que no me lo pareció. El malaguista se dejó caer ante la presencia del argentino del Rayo Vallecano. Acertó el colegiado al dejar seguir. Disciplinariamente no logró una buena nota. Amonestó a Joaquín por una entrada muy fea por detrás a Fran García, y que de ser más riguroso pudo ser de otro color. También se pudo quedar corto al no mostrar la amarilla a Advíncula por el pisotón que le propinó a Luis Muñoz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad