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No es entresemana, no es en horario intempestivo, no es en un terreno de juego complicado. Es una cita de Copa que perfectamente podría tratarse de Liga. A mediodía de un domingo, a aquella hora tan habitual hace tres décadas en Domingo de Ramos – ... antes de la llegada de Canal Plus–, al Málaga se le presenta una inmejorable oportunidad en el torneo del K. O. para avanzar a octavos de final. Y no porque el rival ofrezca poco empaque (todo lo contrario), sino porque el Granada se encuentra inmerso en un calendario más cargado, entre dos exigentes citas ligueras (el pasado martes y el próximo miércoles), cuando para el conjunto blanquiazul supone el único envite esta semana.
Sí, para el Málaga es una cita de Copa que perfectamente podría tratarse de Liga porque la alineación que presente Sergio Pellicer debería tener la base habitual en el campeonato de la regularidad y, si apuran, casi el once más titular posible. Este extraño y desconcertante calendario pergeñado por la Federación Española y LaLiga combina dos semanas de agobios (hasta cuatro compromisos en ese periodo) con esta tan atípica en la que no se encuentra explicación posible a que los duelos coperos no se disputaran entresemana. Quizá la única justificación se encuentre en que el martes y el miércoles quedaran reservados para encuentros aplazados que perfectamente podrían haberse disputado este fin de semana.
El planteamiento obviamente beneficia a los equipos de inferior categoría. Desterrado el valor del factor campo (efecto colateral de la pandemia por la ausencia de público), los representantes de Primera acuden a sus citas condicionados por la inmediata disputa, entre martes y jueves, de nuevos compromisos ligueros. Y así el Málaga parte con la ventaja de que sí puede recurrir a sus mejores hombres mientras su adversario, en este caso el Granada, debe analizar la mejor combinación posible para no desgastarse con vistas a la visita el miércoles al Villarreal.
Esa es la teoría, porque en la práctica el Granada es un conjunto difícil de batir. Cuenta con un modelo de juego, suficientemente afianzado de la mano de Diego Martínez, y con una plantilla que permite dar descanso a determinados jugadores. Séptimo y a tres puntos de los puestos de la Liga Europa, en esta competición se clasificó en diciembre para dieciseisavos de final, donde le espera el Nápoles. Hasta qué punto el equipo rojiblanco tiene la Copa como tercer plato quedará patente desde las 12 de esta mañana en La Rosaleda (en directo por DAZN). De momento dejó en la cuneta al San Juan pamplonés sin apuros, pero tuvo que esperar a la prórroga para superar a la Cultural.
El Málaga, en cambio, se ha tomado la Copa como la Liga. Preparó las dos eliminatorias, sobre todo la que debió afrontar en tierras viguesas frente al Coruxo, con la misma dinámica de exigencia e intensidad habitual cada semana. De ahí la contundencia en la referida cita en Galicia (0-4) y la tenacidad hasta el último instante para superar, también en el periodo extra como el Granada, al Oviedo. A esa mentalidad, tan distinta a la habitual en los últimos tiempos cuando tocaba afrontar compromiso copero, se suma el detalle suficientemente relevante de que los titulares habituales están más descansados y, además, tampoco pueden estar dos semanas sin competir.
Como el que la lleva la entiende, Pellicer deberá sopesar si Escassi, baja por sanción ante la Ponferradina, juega el partido completo o si en la segunda mitad se inclina por la pareja de centrales más probable ante el cuadro berciano. También si le da minutos a Luis Muñoz, apartado varios días de la dinámica del plantel por su contacto con un positivo en Covid. O si cuenta arriba con los Joaquín, Rahmani o Chavarría. O, claro está, si premia a otros que dieron la cara en eliminatorias precedentes. En definitiva, queda la duda sobre cuánto habrá en este encuentro de preparación para la cita liguera del próximo sábado.
Se antoja un milagro pronosticar el once del Málaga. Quizá no tanto el del Granada, donde, por ejemplo, parece segura la titularidad de Jorge Molina, recambio habitual de Soldado y que precisamente marcó en las dos anteriores rondas de este torneo. El Málaga cuenta con una gran oportunidad en la Copa... si vuelve a tomársela como si fuera la Liga.
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