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Lejos de La Rosaleda todo es diferente: el Málaga pierde parte de sus facultades y hasta la suerte. Los rivales se defienden bien y trabajan fuerte, lo que lleva al equipo de Martiricos a disfrutar de menos opciones y a mostrar también algunas carencias. Todo ello unido provocó que perdiera ayer en el campo del Extremadura y, de esta manera, completará ya tres meses sin ganar lejos del estadio de Martiricos. La situación no es preocupante, ya que sigue en la zona alta de la tabla y resuelve bien los compromisos de casa, pero en Almendralejo exhibió ciertas debilidades y desajustes que apenas existían con anterioridad.
Extremadura
Álvaro Fernández; Alex Díez, Pardo, Íñigo López, Pomares; Olabe, Fausto Tienza, Kike Márquez (Zarfino, m. 67), Valverde (Capel, m. 74); Chuli (Willy, m. 82) y Enric Gallego
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Málaga
Munir; Iván Rodríguez (Lacen, m. 74), Pau, Diego González, Ricca; N' Diaye, Adrián, Renato Santos (Hicham, m. 39), Juanpi (Héctor Hernández, m. 46), Ontiveros; y Blanco Leschuk
ornada 15.ª Francisco de la Hera: 7.708 personas acudieron al campo.
Árbitro Javier Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó a Kike Márquez, Íñigo López, Pau Torres, Iván, N'Diaye y Diego González
Gol 1-0, minuto 32: Kike Márquez culminó una larga jugada del equipo extremeño de un lanzamiento desde el borde del área. Antes del disparo del exjugador del Marbella se descolocó la defensa en una mala salida de Munir, que ya estaba bajo los palos en el momento del lanzamiento del contrario
El Málaga, pese a jugar un mal partido, pudo empatar y hasta ganar si se contabilizan las ocasiones más claras del encuentro, pero sus atacantes no estuvieron nada inspirados, sobre todo Blanco. A Juan Ramón Muñiz no le gustó lo que estaba ocurriendo y comenzó a hacer cambios muy pronto, antes del descanso, pero la situación apenas varió después, pese a mejorar un poco. Y fue el exjugador del Marbella Kike Márquez el verdugo de los malaguistas al conseguir el tanto de la victoria de su equipo en un remate desde el borde del área tras quedar descolocada la defensa en la acción anterior.
Muñiz cambió su habitual fórmula de ataque para buscarle un sustituto al lesionado Koné, que a su vez entró en el once por la ausencia de Harper (ya está casi recuperado). Apostó por Juanpi como acompañante de Blanco, aunque con el venezolano algo más retrasado. Aunque el nuevo sistema no funcionó como tenía previsto el entrenador. Pese a que el choque comenzara con un cierto control del juego por parte del equipo blanquiazul (vestido en esta ocasión completamente de blanco), pronto comenzaría a adueñarse del campo un Extremadura con un mayor nivel de presión en todo el terreno.
Al Málaga se le echaba en falta una mayor precisión en el toque, en los pases, y, sobre todo, más empuje arriba. Sin Harper, el equipo perdió poco a poco cierta capacidad de sorpresa en jornadas atrás, algo que se agudizo en Almendralejo con la utilización en ataque de futbolistas con menos capacidad de trabajo. Las primeras opciones, las aproximaciones más peligrosas, fueron precisamente para el Málaga: Pau Torres remató de cabeza alto y Renato envió el balón a las manos del meta contrario. Pero a partir del ecuador del primer periodo, el equipo de Muñiz comenzó a ser dominado.
Kike Márquez tuvo una buena ocasión para abrir el marcador tras un pase del máximo goleador local, Enric Gallego, pero fue el mismo jugador el que marcaría el primer gol poco después de la media hora de juego. Tras una salida imprecisa de Munir al borde del área, el balón le llegó más tarde a Kike Márquez, batiendo de un lanzamiento desde el borde del área al marroquí, que, pese a que ya estaba bajo los palos, se vio sorprendido con un disparo muy colocado. Era la comprobación de que el Málaga estaba de nuevo incómodo lejos de su estadio y superado por el rival.
La situación era especialmente complicada, ya que el equipo malagueño tenía muchas dificultades para desarrollar su habitual juego. Muñiz intentó reaccionar antes del descanso y dio entrada a Hicham por Renato, mientras que en el arranque de la reanudación fue Héctor el que sustituyó a un Juanpi desubicado. La generación de acciones en ataque no estaba funcionando y el once blanquiazul no encontraba la fórmula para neutralizar al contrario y empatar. Y mejoró ostensiblemente el Málaga mientras que el Extremadura se centraba ya en buscar algún contragolpe esporádico y en perder tiempo.
Blanco tuvo dos oportunidades muy claras para empatar, pero no fue su día. Primero remató de cabeza al palo y después le sirvió un excelente pase Ontiveros que no aprovechó cuando estaba solo (remató de cabeza y quizás debió hacerlo con el pie). El propio Ontiveros también lo intentó en una falta directa, pero tampoco llegó el gol. Muñiz sorprendió con un último cambio de Lacen por Iván, lo que obligó a dos variaciones más: N'Diaye bajó a la plaza de central y Diego González, al lateral.
El Málaga dominó, controló y se aproximó con peligro, pero sin grandes oportunidades más allá de las mencionadas de Blanco y el peligro habitual de Ontiveros. Y el tiempo transcurrió sin que nada cambiara, lo que llevó al cuadro de Martiricos a sufrir una nueva derrota a domicilio. Se le resisten los partidos a domicilio.
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