ENTREVISTA

Dioni: «Si fuera por mí renovaría y me retiraría en el Málaga; tengo aún mucho que dar»

-«Lo que más necesita el futbolista es cariño, tienen déficit de afecto», comentó el otro día el entrenador del Leganés, Borja Jiménez. ¿Lo comparte?

-Estoy de acuerdo. Los futbolistas tenemos mucho tiempo, es verdad. Nosotros llegamos a La Rosaleda a las nueve y media. Y a lo mejor a las dos estás en tu casa. Tienes toda la tarde libre. Pero al final no termina ahí. Siempre tienes que descansar, comer bien, seguir un entrenamiento invisible. Yo, por ejemplo estoy todo el rato pensando en fútbol, sobre en qué puedo mejorar. Al final puede llegar a ser obsesión por el fútbol. El único momento de desconectar es el verano e, incluso, a veces ni eso. En temporada es difícil. Muchas veces no disfruto de mi familia, de mis niños. Siempre estoy focalizado en el deporte, en el fútbol, en mi trabajo.

–Suma 181 goles en el tercer escalón del fútbol nacional, ya sea Primera RFEF o Segunda B. Esto es algo que se puede decir que se a llevar a la tumba, que va a ser difícil de superar, ¿no?

-Pues sí. Me hubieran gustado que fueran menos goles en esa categoría y que hubiera jugado más en Segunda y en Primera. Pero bueno, me enorgullece ser el máximo goleador de la tercera categoría. Al final es difícil, ¿no? Lo habéis visto el año pasado, y ahora más como Primera RFEF. Al final lo difícil es tener una regularidad, y yo siempre he estado entre diez y veinte goles, más o menos, por temporada.

-¿Por qué cree que se encasilló más en esa tercera categoría? ¿Hubo algún momento que le marcó más para ello?

-Bastantes momentos, y eso al final también influye mucho. Por ejemplo, el año pasado conseguimos subir, pero si no estaría otra vez en primera RFEF. He tenido muchas desgracias en el fútbol, en los 'play-off', en finales por subir. He llegado a perder por penaltis… Eso también marca mucho. No es lo mismo, por ejemplo, hacer una buena temporada e irte a otro club viniendo de Segunda B hasta Segunda, que tú conseguir el ascenso con tu club y quedarte. Ya te conoce el entrenador, tus compañeros, no necesitas adaptación. Bueno, te adaptas a la categoría. También, al final tengo yo parte de culpa, porque en el momento que he estado en Segunda no he estado a un nivel bueno.

-¿Y ha tenido una carrera muy itinerante. Nunca más de dos años por club. ¿Es Dioni culo de mal asiento?

-Bueno, en León (en la Cultural) estuve dos y medio, porque me vine de Polonia. Sinceramente, también ha sido porque los contratos se firmaron por dos o tres años. Y en el Fuenlabrada es verdad que había metido en dos temporadas no sé si fueron cincuenta y tantos goles y quería pegar el salto a Segunda, pero al final me fui a Polonia. Esta es una buena oportunidad para tirarme más de dos años, ¿no? En mi ciudad y en mi Málaga.

-Sus cifras goleadoras este año son similares a las del pasado curso una categoría más arriba.

-Bueno, en parte sí, en parte… El año pasado jugaba más de 'diez', al final estaba Roberto y yo un poquito más atrasado. Hubo dos partidos que estuve en banda. Pero, bueno, también le digo que me divertía jugando en esa posición. Ahora estoy jugando más de 'nueve' y también me siento cómodo. Es diferente porque, no tengo que hacer tantos metros a la hora de venir a recibir y después llegar al área. Ahora sólo me encargo de estar ahí entre los centrales y llegar al área. Eso me facilita esa labor del gol. El año pasado para mí no fueron esos quince goles de mi promedio. No estuvo mal, pero creo que podía haberlo hecho mejor. y este curso quiero mejorarlo.

-¿Ha jugado más de 'nueve' o de segundo punta en su carrera?

-Pues tendría que analizarlo bien, pero cuando empecé jugaba de 'diez'. Después, en el primer año que jugué en Segunda B, lo hice casi siempre de extremo derecho. En el Depor B fui 'nueve', 'nueve' y lo que pasa es que, claro, yo soy un perfil delantero diferente. Me gusta venir a recibir ser partícipe en el juego...

-Un delantero tipo Benzema...

-Sí, es mi perfil. De hecho, es mi ídolo futbolístico, Benzema.

-Debutó en Primera, ¿verdad?

-Sí, con 20 años en el Deportivo. Hice la pretemporada con el primer equipo y bajé al filial, pero hubo muchos lesionados y me llamaron para jugar. Debuté en El Madrigal y fueron cuatro partidos en la Liga y uno en Copa. Un se siente orgulloso de haber jugado en Primera. No todo el mundo lo consigue. Fue un bonito recuerdo, aunque el equipo no iba bien y se descendió ese año a Segunda. Jugué un partido de titular y fue contra el Málaga.

-Usted que las conoce todas, ¿son reales esas distancias entre categorías?

-Yo creo que cada vez menos. Antes había más. El salto de Segunda B a Segunda era muy alto y creo que ahora no se nota tanto como antes. En Primera RFEF los equipos cada vez están más preparados. En Segunda lo más importante es cuando te equivocas. Si lo haces te meten un gol. Hay mucha calidad, muy buenos delanteros.

-Hablando de aciertos y errores, el del otro día de Antoñito en el penalti. ¿Le dijo algo después? Curiosamente, contra el Albacete y el Oviedo no estaba en el campo usted para tirarlos, que es el primer encargado.

-Pues sí, lo hablé con él después del partido porque estaba jodido y le dije que no se preocupara, que al final tuvo un par de... hablando mal, para tirarlo en el minuto que era y en un escenario como La Rosaleda, con 30.000 personas. 17 años tiene.

-La mitad que usted...

-Y le dije que nada, que se quede con eso, que al final, más tarde o más temprano, los errores vienen. Hasta el día de hoy todo le ha salido. Para mí tiró bien, el portero hizo un paradón. Y el que lo falla es el que lo tira.

-¿No cree que se recuerda mucho el gol de Antoñito en Tarragona? El suyo también fue necesario para ascender...

-Sí. Está claro que si no mete el primero, no se mete el segundo. Esto es el fútbol. Al final siempre se queda el último gol. Imagínese una parada importante de un portero, si luego se mete el gol, queda siempre el gol. Para mí es injusto muchas veces en ese sentido. Tan importante es una parada como un gol.

-¿Le respetan los jóvenes del equipo para las bromas?

-¿Los jóvenes?... No, aquí respeto a ninguno. Pero al final nosotros no somos los veteranos de antaño, que eran más fríos, más distantes. Al final somos como si tuviéramos 25. Yo me considero así. No quiero ser el típico viejo gruñón. Me gusta la broma, estar de cachondeo, divertirme.

-¿Es el mejor vestuario en el que ha estado?

-He estado en muchísimos y diría que es uno de los mejores. He tenido mucha suerte en ese sentido. He tenido vestuarios malos, por supuesto, pero muchos buenos. Este lo pondría en el 'top 3', por supuesto.

-El sábado vimos a Cazorla de titular a dos meses de los 40 años y presionando. ¿Le ilusiona eso cara a retirarse más tarde?

-Y no solo viendo a Cazorla, sino con los datos físicos que doy. Creo que eso también va en las genéticas. Tengo una buena genética para llegar a esa edad. Está claro que hay que cuidarse mucho y siempre cada año dar un plus, porque se va notando. Creo que, siempre que me respeten las lesiones, cuando me retire será más por la cabeza que por el físico.

-El guardameta Palop siguió para llegar a los 40 sin retirarse una dieta de bajar un kilo por temporada...

-Yo no le veo ningún sentido. Yo peso ahora 84 más o menos. No puedo llegar a 79. Es imposible. De hecho, hice muchas veces dieta para perder peso y no me he encontrado bien. Tengo que estar más o menos siempre en el límite. Lo que no puedo hacer es subir de peso, pero muchas veces subes porque ganas en masa muscular. Ahí está la clave, porque cuando vas cumpliendo años vas perdiendo masa muscular.

-¿Qué va a pasar con usted? Acaba contrato esta campaña. ¿Tiene ganas de seguir?

-Sí. Bastantes. Siempre lo he dicho. Si fuera por mí, renovaría. Me retiraría aquí en el Málaga. Y estoy haciendo todo lo posible para que eso pase. Quiero dar el máximo, que me vean bien. Al final la edad no importa. Tengo todavía mucho que dar.

-En el Málaga, a donde tanto le costó llegar, le sacaron del campo en ambulancia y sufrió también la pérdida de su padre. Más allá de estos golpes, ¿en que estado anímico está ahora?

-Le diría que él es más feliz. No hay duda. He cumplido el sueño que es venir al Málaga. Pero quería hacerlo en el fútbol profesional, y se consiguió el ascenso. Y también por cómo empezó la temporada. Es verdad que en la primera jornada no jugué, y pensaba que iba a tener menos minutos. Soy sincero. Lo que pasa es que yo también soy muy cabezón. Me exprimo al máximo. Y no me doy nunca por vencido. Y siempre estoy al límite. Estoy jugando también porque nunca decaigo.

-¿Qué diría que diferencia a los tres delanteros del Málaga?

-Baturina tiene un golpeo espectacular. Creo que es el que mejor de los tres tiene, por potencia y colocación. De Castel destacaría la velocidad y el físico. La velocidad y el físico. De los tres es el más rápido y el más fuerte. Y de mi diría el juego de espaldas y de filtrar pases.

-¿Que nota le pondría al equipo en este primer cuarto de temporada?

-Un siete o un ocho más o menos.

-¿Y penalizan los siete empates?

-También te dan puntos. Siempre que no se puede ganar se empata. Al final cuando empatas mucho y siempre estamos en el partido y hemos remontado varias veces es que competimos muy bien, de eso no cabe duda. Es un sello de identidad del Málaga. Y creo que hay cosas que tenemos que mejorar. En las dos áreas tenemos que mejorar, tanto en ataque como en defensa, porque al final se decide todo en las áreas.

-¿Se salvará el Málaga? ¿Pasará apuros?

-No se puede saber. La Liga es muy difícil, muy competitiva. Hay muy buenos clubes. Y está claro que todos pensaremos lo mismo. Incluso el que está ahora mismo segundo sabe que lo va a pasar mal, que va a ser difícil. Son 50 puntos, pero también mire lo que nos queda.