Demasiadas tarjetas

Muchas fueron las amonestaciones mostradas en un partido fácil y cómodo de dirigir, con un comportamiento de una gran corrección. Deberá mejorar el colegiado murciano Sánchez López. Muestra excesivas carencias, sobre todo en la interpretación de la disputa del balón, lo que le propicia el uso de las tarjetas en acciones que no dejan de ser simples faltas y nada más. Debutante en la categoría, fue el colegiado que dirigió el último partido del ascenso del equipo castellonense en La Rosaleda.

Lo positivo: Su juventud, los 29 años que atesora, es, sin duda, su mejor condición. Esto le debería llevar a mejorar y, a nada que se esfuerce, lo conseguirá, ya que posee buenas condiciones físicas, lo que le permite seguir el juego con bastante cercanía. Su talla le ayuda a conseguir una buena cobertura en el control del juego. De ahí que lo que es necesario es que mejore su conocimiento técnico y, sobre todo, en las interpretaciones en la disputa del balón, por ciento, la gran asignatura pendiente de los colegiados que llegan al fútbol profesional.

Lo negativo: Lo más negativo, hasta el punto que me pareció hasta ridículo, fueron las dos consultas con el VAR del primer periodo. Desconozco si fue a instancias del murciano o de la propia cosecha del responsable López Toca. La primera en el minuto 26 y otra más tarde, en el 44. Ninguna de ellas se justificaba, un verdadero despropósito que provoca el desprestigio de un sistema que permite corregir decisiones equivocadas. Con el uso y distribución de las tarjetas tampoco anduvo fino. Amonestó en acciones que no las merecían, dejando otras claras sin castigo, como la acción del malaguista Benkhemassa en el segundo periodo.