Deficiente y muy bisoño

Lo positivo: Mientras que el partido fluya adecuadamente, sin incidencia y gravedad en las acciones, el canario muestra buena cara. Controla la peligrosidad en las disputas de balón, aplica la ventaja con frecuencia y permite el choque. Enseñó tan sólo tres tarjetas de amonestación. La primera en el minuto 70 a Iribas por pegarle un plantillazo con derribo a Kevin. Ya en el periodo del largo descuento amonestó a Paulino por protestar una falta a Jozabed y, más tarde, a este por la misma razón.

Lo negativo: Su peor condición, sin ninguna duda es la falta de partidos necesarios para conseguir una óptima condición técnica. Su excesiva disciplina con la norma le hizo llamar la atención al delegado por un problema de existencia de balones en el terreno de juego. Debería visionar al menos más partidos para conseguir el nivel que se le ha de exigir a los árbitros de esta categoría. Al final del partido nadie entiende cómo no señala falta sobre Jozabed cuando el defensor lo arrolla enviándolo fuera del terreno de juego. En definitiva, un arbitraje con muchas deficiencias.