Borrar

Labor muy deficiente la del colegiado granadino adscrito al Comité Madrileño Moreno Aragón. Un árbitro joven (29 años le acompañan), pero con enormes carencias. No se entiende que con las condiciones mostradas pueda estar en la categoría, y es que aunque se esfuerza en estar atento y estar cerca de las acciones que se producen, lo estropea su afán de protagonizar la acción. Con aspavientos y dejándose notar, lo que le lleva a la confusión continua en casi todas las infracciones, dejando de indicar faltas muy claras y señalando sólo esas en las que mediaba caída.

Es difícil completar algo en este apartado en una labor tan mala. Quizás, por destacar algo, podemos hablar de los dos penaltis que indica, si bien es cierto que los dos son meridianos. El primero, tras zancadilla de Munir a Josan, y es que salir con las piernas abiertas a disputar el esférico implica mucho riesgo de que se produzca el derribo. El segundo es claro, y el colegiado, muy cerca, pudo ver con detalle la zancadilla de Gonzalo Villar a Juan Carlos. También hubo que destacar su nivel físico, puesto que dio muestras de tener el tono deseado.

En este apartado nos faltaría espacio para relatar las carencias que mostró. En mi opinión su peor rasgo fue el grado de provocación que muestra hacia los jugadores. En otras fases del partido, la pasividad, sobre todo en el control de la pérdida de tiempo. Hay momentos en los que mostró cierto descontrol, lo que llevó a la exasperación de los jugadores y la grada. En las tarjetas, aunque mostró muchas, por el alto listón de exigencia que puso, sí que le faltaron otras y no entenderemos, de las que mostró, la de Luis Hernández antes de un saque de banda.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Muy deficiente