Aunque pueda llegar a parecerlo, por supuesto que la burbuja del fútbol no está al margen de la pandemia. Esta crisis global afecta a todos y aunque en momentos se consiga desconectar de la gravedad de la situación, de repente la realidad rebosa ... y atiza conciencias. En mitad del Huesca-Alavés de esta jornada en Primera, el malagueño y exmalaguista Ontiveros dejó el fútbol en un segundo plano, paradójicamente después de marcar un golazo a su más puro estilo.
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Al margen de poder celebrar su primer gol de la temporada, y el primero como jugador del Huesca, Ontiveros no pudo contener las lágrimas al caer de nuevo, una vez parado el juego, en que su abuela está en plena lucha contra el covid-19. «La dedicatoria es para mi abuela, que está en el hospital con el coronavirus. Espero que salga bien cuánto antes porque la necesito y la amo mucho», explicó tras el partido ante el desconcierto de muchos por su llanto tras marcar.
Declaraciones que pillaron por sorpresa a algunos en el estadio, y que supuso también un golpe de efecto incluso en la retransmisión televisiva. El fútbol ya apenas importaba. En todo momento, Ontiveros estuvo arropado por sus compañeros, quienes le gritaban mensajes de ánimo y le abrazaban. Otros le deseaban todo lo mejor a su familia. Un duro ejemplo de dolor e incentidumbre que ha saltado esta vez a las pantallas, sin esperarlo.
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