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Dani Martín está terminando la temporada en un gran momento de forma. El portero cedido en el Málaga por el Betis para esta campaña ha acallado el debate sobre quién debe ser el guardameta titular del equipo blanquiazul en el último mes y ha correspondido ... a la confianza que le ha brindado el recién llegado técnico, Pablo Guede. El joven portero gijonés, de 23 años, ya aprovechó la ocasión frente al Girona cuando el anterior entrenador, Natxo González, relevó al banquillo a Dani Barrio después de cometer un error grosero frente al Huesca.
Pero Dani Martín ha seguido mejorando sus actuaciones hasta el punto de transmitir una gran seguridad contra Valladolid, Leganés y Eibar, partidos donde ha acumulado un amplio repertorio de paradas de mérito. Algunas de estas intervenciones han valido casi como un gol a favor, así fue contra el conjunto pucelano, frente al que el Málaga logró un empate a pesar de la tromba ofensiva que propuso uno de los equipos más potentes de la categoría y favorito para el ascenso a Primera.
La solidez y brillantez que está proyectando Dani Martín resulta fundamental para darle continuidad a la nueva identidad del equipo, intenso, sin complejos y resistente a imprevistos. El de la portería es también uno de los aciertos más importantes de Guede, aunque el preparador blanquiazul se niegue a darle mayor importancia. «Está haciendo lo que tiene que hacer, parar. Porque los porteros rivales también salvan. Tenemos dos grandes porteros y me decidí por él y me está respondiendo no a mí, sino a todo el equipo», valoró Guede tras el encuentro contra el Eibar.
Lo que es innegable es que Dani Martín se ha reivindicado después de una temporada en la que llegó a perder el puesto a principio de año coincidiendo con la salida de José Alberto López, su principal valedor, la llegada de Natxo González y tras la sonada goleada encaja frente al Ibiza (0-5 en La Rosaleda). Después de eso, el gijonés estuvo en el banquillo sin jugar durante nueve jornadas en las que se empleó el también asturiano Dani Barrio.
Ahora se confirma el orden jerárquico de la portería blanquiazul desde el verano pasado, cuando la apuesta clara era Dani Martín, aunque no jugó los primeros partidos de Liga por llegar de sufrir el Covid, lo que frenó su proceso de rehabilitación después de casi dos años parado por varias lesiones graves. De hecho, su venida al Málaga fue con miras a recuperar su mejor nivel, ese que ofreció en el Sporting y llevó al Betis a pagar en torno a cinco millones de euros por él.
Y este objetivo de volver a reencontrarse en competición se puede dar por cumplido. En total, Dani Martín ha disputado 23 encuentros de Liga (en los que ha recibido 34 goles), diez más que Dani Barrio, uno de los porteros suplentes más protagonistas de la categoría. Mientras, el Málaga recibe esta reivindicación de Dani Martín en un momento clave de la temporada, donde la respuesta en la portería decide las dinámicas de los encuentros.
Todo indica que seguirá defendiendo el marco blanquiazul hasta final de temporada, cuando termina su contrato de préstamo puro. Otra opción, a tenor del resultado de su cesión, es que el Málaga se replantee pedir de nuevo su cesión. El Betis cuenta con una nómina importante de porteros (Bravo, Rui Silva y Joel Robles) y quizás le cuadre, aunque el jugador buceará subir a Primera. La entidad blanquiazul tendrá que repensar esta demarcación, llamada a renovarse con la llegada de Manolo Reina y la salida de Dani Barrio (acaba contrato).
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