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Dani Lorenzo (Marbella, 2003) habla fuera de la cancha con el mismo temple que destila cuando sale a jugar. El centrocampista suma cuatro goles esta ... temporada, se asienta firmemente en los planes de Pellicer con el transcurso de la temporada y se presenta, a estas alturas del curso, como uno de los jugadores más en forma del Málaga. En el día a día, un tipo tranquilo y maduro, con los pies en el suelo y consciente de la importancia que conlleva vestir la blanquiazul en un contexto tan complicado y anómalo como el actual. Se sienta con SUR para hablar de su irrupción, su forma de entender el fútbol, el proyecto del club, al que está ligado hasta 2027, y su rol dentro de él.
–Marcó en el último partido, en Alcoy, y se presenta como uno de los jugadores más determinantes de la plantilla. ¿Cómo se encuentra?
–Te diría que estoy en el mejor momento de la temporada. En lo físico estoy con la flechita para arriba, me encuentro muy bien. Y en lo personal, muy contento también. Tanto dentro del campo, como fuera. No me puedo quejar. Tengo muchas ganas de mantenerlo.
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–Suma cuatro goles y se destapa como una buena baza para el equipo en ese aspecto del juego. ¿Ha explotado esa faceta este curso?
–Siempre he sentido que soy un futbolista con llegada y gol. Durante parte de mi carrera he jugado en otras posiciones y me he alejado un poco del área. Fui perdiendo esa faceta. Pero me siento muy cómodo. Poco a poco me lo he ido creyendo, trabajando, y ha dado sus frutos. Esta faceta se ha destapado un poco, pero todavía tengo margen de mejora.
–Has comentado en alguna ocasión que donde más cómodo se encuentra es como enganche.
–Sí. Me gusta enganchar con los delanteros, en tres cuartos de campo. Creo que ahí puedo marcar diferencias. Pero puedo hacerlo en varias posiciones y puedo ayudar al míster donde me ponga.
–Alguna vez ha jugado también en banda. ¿Cómo se encuentra en esa demarcación?
–Bien. He jugado bastante en el filial en esa posición, metiéndome hacia dentro. Me siento cómodo porque tengo esa libertad para encarar en el uno para uno y en dar ese último pase desde la banda.
–¿Esperaba tener un rol tan importante a principios de temporada?
–Confío mucho en mí mismo y en mis capacidades. Confiaba en que podía ser importante. He tenido momentos de todo tipo. Empecé jugando menos. En lo personal he tenido rachas en las que no estuve tan bien y no me terminé de encontrar. Ahora estoy empezando a ser el futbolista que sé que soy y estoy logrando lo que creía que podía conseguir. Pero con mucho margen de mejora todavía.
–Y a nivel de proyecto, ¿se siente importante también?
–Siento la confianza del cuerpo técnico y del club. Hace poco me renovaron y me siento súper respaldado. Estoy en mi casa y donde quiero estar. Me han transmitido la confianza para poder ser una pieza importante en el futuro. Y yo, orgulloso y agradecido.
–¿Fue fácil llegar a un acuerdo para renovar?
–Las dos partes sabíamos lo que queríamos. Sólo tanteamos el tema de los años, pero eso lo lleva mi 'repre'. Estoy muy contento.
–¿Qué siente un chico de 20 años jugando a La Rosaleda? Con la presión que eso conlleva.
–La sensación es increíble. Ya he jugado varios partidos, pero la sensación de jugar en casa siempre es especial. Tenemos esa presión, pero siento que soy un privilegiado. Juego como yo sé, disfruto. Y poder hacer disfrutar a la gente te da ese 'plus' para poder sacar ese poquito más.
–¿Cómo siente que le ve el aficionado?
–Me lo dirán ellos, pero intento transmitir que vivo para esto, que soy profesional y que lo dejo todo por esta camiseta. Y sobre todo, tener los pies en el suelo. No creerme más que nada por estar aquí con 20 años. Ser consciente de que soy un privilegiado, con humildad, ambición y profesionalidad.
–¿Qué cree que tiene que mejorar?
–Todo se puede mejorar. El apartado goleador, ser más decisivo en el último tramo, a nivel defensivo, en lo táctico y en el apartado físico tengo mucho margen de mejora. Sin prisas, intento ser cada día mejor.
–¿Cuál cree que es su mejor cualidad?
–Entiendo bien el juego y soy imaginativo. Creo que soy capaz de definir un partido con una acción individual. Y un jugador de equipo. Eso va por delante de todo.
–Ha sido uno de los pocos que ha evitado la plaga de lesiones.
–Cuando se lesiona un compañero es lo peor. Siempre te da esa pena. Te hace sentir un privilegiado.
–¿Qué tal es Pellicer en el día a día?
–Muy cercano. Nos exige mucho y es una persona muy directa. El grupo va a muerte con él y eso no es fácil de conseguir. Está haciéndonos mejores.
–El curso pasado estuvo media temporada cedido en el Mérida. ¿Qué le ha aportado esa experiencia?
–Viéndola con en el tiempo, ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi carrera. Yo necesitaba jugar, y dio la casualidad que fue en la misma categoría que está ahora el Málaga. Me sirvió para conocerla. Y en lo personal maduré mucho. Me fui fuera y me curtí en otros aspectos, en un equipo más humilde.
–Estuvo también unos años en la cantera del Real Madrid.
–La experiencia fue tan única como difícil. Era el sueño de cualquier niño. Tuve muchas lesiones, pero fue el punto de inflexión porque me hizo madurar y darme cuenta de que esto era lo que quería en mi vida.
–¿Puede el Málaga asaltar el liderato?
–Yo creo que sí. Nosotros vamos día a día. No dependemos de nosotros mismos, pero el tiempo dirá dónde estamos a final de temporada. Tenemos equipo y plantilla para ascender. Sabemos que existe la posibilidad, pero tiene que ser fruto del trabajo diario, sin obsesionarnos. El tiempo dirá lo que somos capaces de conseguir.
–¿Sería un punto de inflexión ganarle al Ibiza?
–Serían tres victorias seguidas, ganando fuera y ganando en casa. A nivel colectivo sería un golpe de confianza. Pero todos los rivales son igual de difíciles.
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