Otro 'viernes de resurrección' para el Málaga (1-2)

Porque dio la sensación de que el Málaga había visionado aquel partido de Viernes Santo en Alcorcón porque, independientemente del sistema o los jugadores elegidos, la actitud nada tuvo que ver con la ofrecida en Andorra. O en un buen puñado de encuentros. El equipo salió en Villarreal dispuesto a resolver por la vía rápida, sin dar la más mínima opción al filial amarillo. Ambicioso, con energía, dinámico. Y así se gana casi siempre en Segunda. Lástima que haya tardado tantísimo en exhibir esa imagen de grupo convincente y convencido.

Bien es cierto que el técnico del Villarreal B apostó por la frivolidad de incluir en su pareja de medios centro a un futbolista con sólo tres partidos jugados (y 103 minutos), Liberman, que hizo aguas y llegó siempre tarde en la contención. Pero la realidad es que el Málaga no jugó de salida con ese 5-3-2 que lo obliga a recorrer muchos metros hasta el área rival, un serio obstáculo si se tiene en cuenta tanto abuso del toque en corto. En realidad Delmás y Cristian se desenvolvieron siempre por delante de la divisoria, Fran Villalba se movió con cierta libertad, y además volvió a quedar patente que Chavarría se compenetra bien con Rubén Castro y que los movimientos de arrastre del argentino –bien por sus caídas a las bandas, bien por la facilidad para sacar al central de su zona– son un lujo.

Y así el Málaga arrolló en la primera parte a su rival. Lo hizo desde que Villalba forzó una falta en la frontal del área local en el minuto 10. El monólogo fue constante porque además la presión era uniforme, sin resquicios. Al poco de ese libre directo de Rubén Castro repelido por la barrera llegó el gol en una combinación entre Chavarría y Delmás (resuelta por el primero) en el que la mejor noticia fue ver a Febas muy cerca de la frontal. Resultó premonitorio, porque casi un cuarto de hora más tarde el ilerdense, en su primera asistencia de la temporada, metió el balón al hueco para que Rubén Castro elevara la ventaja y, de paso, igualara el récord goleador de Nino en Segunda.

Pese al 0-2 que reflejaba el marcador al descanso, al Málaga se le había escapado vivo el Villarreal B porque Fran Villalba perdonó dos ocasiones e igualmente hubo casi media docena de llegadas desperdiciadas por errores en el último pase. El técnico local no se anduvo con rodeos y para la reanudación apostó por un triple cambio que supuso prescindir de los dos medios centro y pasar a jugar con tres centrales para buscar el equilibrio numérico en el centro del campo.

El Málaga, con Ramalho por el amonestado Escassi, resistió la embestida inicial del Villarreal B pese a que se encogió en exceso. De nuevo quedó patente cierta fragilidad en la medular en cuanto el adversario aprieta, aunque paradójicamente el descuido llegó como consecuencia... de la entrada de Lago Junior. La lesión muscular del marfileño nada más salir por Chavarría (en el primer balón que tocó, a los veinte segundos) descolocó al equipo, que regaló en un 'exceso de vista' de Rubén Yáñez el 1-2. Pero los pupilos de Pellicer no se descompusieron, mantuvieron cierta firmeza defensiva y ya en la recta final el técnico quiso evitar riesgos con la entrada de Genaro y Luis Muñoz. Ahora toca esperar y mantener la convicción de la primera parte.